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El análisis genómico revela una evolución paralela a largo plazo de cánceres transmisibles en los demonios de Tasmania

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Un estudio de los genomas de dos linajes de cáncer facial transmisible que amenazan a los demonios de Tasmania ha desvelado la historia evolutiva de estos inusuales patógenos. "Nuestro análisis sugiere que los demonios de Tasmania albergan un tipo de célula que está ajustada para la transformación del cáncer transmisible", afirman Maximillian Stammnitz y sus colegas. "Una vez establecidos, los clones [del cáncer facial transmisible] continúan adquiriendo mutaciones a tasas constantes y, si bien la mayoría de ellas son neutrales, un pequeño subconjunto impulsa una mayor adaptación al nicho". Los cánceres transmisibles son cánceres contagiosos que se propagan a través de la transferencia de células cancerosas vivas. Aunque son raros en la naturaleza, se sabe que los demonios de Tasmania (Sarcophilus harrisii) albergan al menos dos linajes de cáncer transmisibles: tumor facial del demonio 1 (DFT1) y tumor facial del demonio 2 (DFT2), observados por primera vez en la naturaleza en 1996 y 2014, respectivamente. Ya amenazadas por la pérdida de hábitat y otros impactos debidos a la actividad humana, las poblaciones de demonios de Tasmania se han visto gravemente afectadas por estas enfermedades, por lo que preocupa su conservación. Sin embargo, el origen, la diversidad genética y la evolución a largo plazo de estos dos clones de cáncer transmisibles son poco conocidos y los ensamblajes previos del genoma del demonio de Tasmania utilizados para evaluar cuestiones relacionadas han estado muy fragmentados. Stammnitz y sus colegas presentan un análisis de genoma completo de alta cobertura de 119 tumores DFT1 y DFT2. Los investigadores evaluaron la diversidad genética de estos clones comparando sus genomas con los de una referencia a nivel cromosómico de nuevo ensamblaje. Usando árboles filogenéticos resueltos en el tiempo, Stammnitz et al. estiman que DFT1 probablemente surgió por primera vez durante la década de 1980 y DFT2 en 2011. Pese a que los dos cánceres son muy similares genéticamente, los autores descubrieron que DFT2 presenta una tasa de mutación significativamente mayor que DFT1 en todas las clases de variantes, lo que podría tener complejas implicaciones epidemiológicas. Si bien las trayectorias futuras de los linajes de DFT y los demonios de Tasmania siguen siendo inciertas, los autores afirman que este estudio "proporciona un punto de vista desde el cual explorar más a fondo la evolución y los impactos de los cánceres transmisibles en esta icónica especie de marsupiales".


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