Desafiando una teoría paleoecológica de larga data, dos nuevos estudios relacionados revelan que las hierbas de sabana existían en África Oriental más de 10 millones de años antes de lo que se pensaba y describen cómo esas hierbas condujeron a paisajes abiertos que favorecieron adaptaciones esqueléticas en hominoides durante el Mioceno temprano. Las sabanas y las tierras bajas suelen ser el hogar de hierbas que fotosintetizan mediante la fijación de carbono C4. Además de ser capaces de soportar condiciones más secas y altas temperaturas, las hierbas C4 sobreviven mejor bajo el sol directo que sus predecesoras amantes de la sombra, las hierbas C3. Durante mucho tiempo, los científicos han buscado precisar cuándo surgieron por primera vez las hierbas C4 en el este de África, porque la propagación de estas plantas habría reflejado una transformación de esta región en otro tiempo boscosa y probablemente habría contribuido a la evolución de las características hominoides tempranas. Investigaciones anteriores apuntan a que las hierbas C4 aparecieron hace menos de 10 millones de años. Sin embargo, en esta ocasión el estudio de Daniel Peppe y sus colegas retrasa esta fecha a hace 21 millones de años. Analizando muestras de suelo antiguo de 9 sitios de las actuales Kenia y Uganda, donde se han encontrado fósiles de mamíferos del Mioceno temprano, el equipo identificó abundantes firmas de biomasa de hierbas C4 que datan de entre hace 21 y 17 millones de años. Sus hallazgos desafían la teoría canónica de que el África Oriental era en su mayoría bosque en aquel momento. En cambio, la región probablemente consistía en hábitats mixtos y abiertos como bosques herbosos.
Basándose en el trabajo de Peppe et al., Laura MacLatchy y sus colegas afirman que la necesidad de buscar alimento en bosques herbáceos llevó a los hominoides a desarrollar sistemas musculoesqueléticos versátiles. En el pasado, se pensaba que la búsqueda de frutos en bosques densos y con dosel arbóreo fue la causa de estos cambios locomotores. Al examinar fósiles dentales y esqueléticos, incluido un fémur de Morotopithecuis del sitio de Moroto en Uganda, el grupo evaluó la alimentación de los hominoides y cómo sus esqueletos respondieron a la búsqueda de alimento en África Oriental hace 21 millones de años. Los patrones dentales mostraron que los homínidos consumían hojas con menor contenido de agua, como tallos más secos de hierbas C4, en lugar de frutos de bosque más jugosos. Los registros esqueléticos revelaron características de fémures, vértebras y torso similares a las de los primates no humanos vivos que habitan las sabanas y otros ecosistemas abiertos en la actualidad. Estos resultados refuerzan que el aumento de las hierbas C4 y el desarrollo de bosques herbáceos impulsaron adaptativamente la evolución de los hominoides hacia una nueva forma de locomoción. "Documentar las primeras etapas de la evolución de los hominoides a medida que el linaje divergía de otros [primates] es fundamental para interpretar la importancia adaptativa de los rasgos que finalmente definen a los hominoides modernos, incluidos los humanos", escriben MacLatchy et al.
Journal
Science
Article Title
Oldest evidence of abundant C4 grasses and habitat heterogeneity in eastern Africa
Article Publication Date
14-Apr-2023