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Un análisis masivo de fósiles revela el impacto variable de la extinción del final del Cretácico en tiburones, rayas, pastinacas y mantas

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Un masivo tesoro de datos fósiles globales ha revelado variaciones en cómo las especies de elasmobranquios –tiburones, rayas, pastinacas y mantas– se recuperaron tras el evento de extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg). Entre los hallazgos, las especies con rangos geográficos restringidos, así como las especies antiguas de tiburones, muestran mayores tasas de extinción. Comprender cómo las especies de elasmobranquios respondieron a extinciones masivas pasadas ayuda a los investigadores a identificar las características de las víctimas de la extinción y de los supervivientes de la extinción. El evento de extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg), que tuvo lugar hace aproximadamente 66 millones de años, fue el último evento de extinción importante de la Tierra y se estima que tuvo como resultado la eliminación de entre el 55 y el 76 % de las especies del planeta. Si bien el evento impulsó cambios ecológicos drásticos en los ecosistemas de todo el mundo, estudios recientes han sugerido que los patrones de extinción a lo largo del límite K-Pg son complejos y presentan una importante variedad entre clados, ecologías y áreas geográficas. Sin embargo, los estudios que tienen en cuenta patrones de extinción entre los vertebrados marinos son raros, lo que significa que el impacto de la extinción del final del Cretácico sobre la diversidad de vertebrados marinos permanece en gran medida sin caracterizar. A fin de abordar esta brecha, Guillaume Guinot y Fabien Condamine compilaron una base de datos global de fósiles de elasmobranquios que representan 675 especies de tiburones, rayas, pastinacas y mantas que abarcan el intervalo Cretácico superior-Paleógeno. Su análisis reveló una pérdida significativa de diversidad después de la extinción de K-Pg. En general, las especies de elasmobranquios disminuyeron en más de un 62 % y no se recuperaron por completo en el Paleoceno. Sin embargo, los patrones de esta extinción variaron. Según los hallazgos, las rayas y las especies que se alimentaban de presas con cáscara (durófagos), así como de especies de tiburones más antiguas, alcanzaron los niveles más altos de extinción (más del 72 %). A otros tiburones y especies no durófagas les fue mejor y experimentaron una recuperación más rápida después de la extinción. Además, las especies pelágicas con grandes rangos geográficos y las restringidas a latitudes más altas también mostraron una mayor supervivencia a lo largo del límite K-Pg. 


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