News Release

Vulnerabilidades sociales vinculadas al riesgo cardiometabólico durante el embarazo

Sesiones Científicas del 2022 de la American Heart Association, resumen MP181

Reports and Proceedings

American Heart Association

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m., CT/5 a. m. ET, lunes, 31 de octubre del 2022

DALLAS, 31 de octubre del 2022 — Las vulnerabilidades sociales, como vivir en la pobreza, vivir en un hogar monoparental, no tener un vehículo o ser descrito como una minoría, se relacionaron con un mayor riesgo cardiometabólico durante el embarazo, según una investigación preliminar que se presentará en las Sesiones Científicas del 2022 de la American Heart Association. La reunión, que se celebra de forma presencial en Chicago y virtualmente entre el 5 y el 7 de noviembre del 2022, consiste en un primer intercambio mundial de los últimos avances científicos, de investigación y actualizaciones de las prácticas clínicas sobre la base de la evidencia en el área de la ciencia cardiovascular.

La cifra de muertes relacionadas con el embarazo en los EE. UU. aumentó en los últimos años y alrededor de un tercio de estas muertes se debe a enfermedades cardiovasculares, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

En este estudio, los investigadores exploraron la relación entre los factores cardiometabólicos y las vulnerabilidades sociales.

“Examinamos los factores de riesgo cardiometabólico en contraposición a los factores de riesgo cardiovascular, porque estamos analizando las implicaciones más generales de todo lo que contribuye a los resultados cardíacos, lo que incluye los factores de riesgo social”, explicó la investigadora principal del estudio, Kristen A. Harris, M.D., médico residente de medicina interna en University Hospitals Cleveland Medical Center en Cleveland, Ohio. “La obesidad, la hipertensión y la diabetes tipo 2, que pueden verse afectadas por diferentes realidades, como la falta de acceso al transporte, la situación socioeconómica que puede implicar la alimentación y otros determinantes sociales, pueden contribuir a una metabolopatía desfavorable, que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, y todo esto se aborda con más profundidad en la extensa definición de enfermedad cardiometabólica”.

“Identificar y reconocer las dificultades sociales que pueden estar obstaculizando la atención médica entre las mujeres, en particular las embarazadas, es importante para aumentar los esfuerzos de intervención en la salud pública”, afirmó Harris. “Reconocer estas dificultades que se relacionan con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares relacionadas con el embarazo puede impulsar la intervención temprana, durante la planificación previa al embarazo o en las consultas prenatales iniciales”.

Los investigadores compararon cuatro factores de riesgo cardiometabólico principales con una medida combinada de vulnerabilidad social, llamada índice de vulnerabilidad social, que se obtiene de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Se analizaron los datos de salud de casi 19 millones de embarazos en 577 condados de los EE. UU. entre el 2016 y el 2020 y se evaluó el posible vínculo para cuatro subgrupos de vulnerabilidad social.

Los factores de riesgo cardiometabólico identificados para el análisis de este estudio incluyen la diabetes tipo 2 previa al embarazo, la presión arterial alta previa al embarazo, el consumo de tabaco y la obesidad, definida por las mediciones del índice de masa corporal.

Las vulnerabilidades sociales identificadas a nivel federal incluyen las siguientes:

  • situación económica y educativa, que comprendía los ingresos por debajo del nivel de pobreza definido por el gobierno federal, el desempleo, los ingresos inestables o la ausencia de título de enseñanza secundaria;
  • la composición del hogar y la discapacidad, caracterizadas por los miembros del hogar que estaban en situación de discapacidad, ya sea ancianos o niños, o si se trataba de hogares monoparentales;
  • la condición de minoría basada en los propios informes capturados por el índice de vulnerabilidad social y el escaso dominio del inglés; y
  • el tipo de vivienda y el transporte, que incluía estructuras de varias unidades, casas móviles, hacinamiento, hogares grupales o la falta de vehículo.

Los cuatro factores de riesgo cardiometabólico se asociaron a cierta vulnerabilidad social y algunos tenían asociaciones más estrechas que otros. Por ejemplo, la obesidad tenía un 95% de probabilidad de estar asociada a la vulnerabilidad socioeconómica y tenía el doble de probabilidad de estar vinculada a la vulnerabilidad social general. Sin embargo, mientras que el consumo de tabaco se asoció de forma directa a la situación socioeconómica, la composición de la vivienda y la discapacidad, con un 95% de probabilidad, no se asoció a la vulnerabilidad social general.

“Estas asociaciones sugieren que las personas identificadas como socialmente vulnerables tenían más probabilidades de padecer estas afecciones cardiometabólicas en general y durante el embarazo”, comentó Harris.

“La vulnerabilidad social está desempeñando un papel en el aumento de la prevalencia de las enfermedades cardiometabólicas y cardiovasculares en las mujeres embarazadas y en la población en general”, señaló. “Es necesario seguir estudiando este problema para poder empezar a entender y abordar estos determinantes sociales de la salud. Los próximos pasos incluyen el estudio de factores de riesgo social más específicos, con la posibilidad de analizar la causa y el efecto, así como las asociaciones entre la vulnerabilidad social y las complicaciones posteriores al embarazo. La colaboración con los cardiólogos para garantizar un embarazo seguro y un período posembarazo saludable puede ser una manera de establecer una prevención y una atención de las enfermedades cardiovasculares más tempranas y permitirnos identificar con mayor facilidad quiénes están en mayor riesgo”.

Los resultados no sorprenden a Garima Sharma, M.D., FAHA, coautora de una declaración de la política de la AHA sobre salud materna del 2021, directora de cardioobstetricia y vicepresidenta asociada de carreras femeninas en medicina académica en Johns Hopkins University School of Medicine en Baltimore.

“Sabemos que alrededor del 60% de las personas que quedan embarazadas en Estados Unidos tienen una salud cardiovascular que no es óptima y hemos visto un aumento de las enfermedades cardiometabólicas en la población que da a luz en el país”, explicó Sharma. “Puesto que este estudio analizó cómo viven las personas en los barrios en los que residen, o sea cómo se alimentan, qué acceso tienen a la atención médica, la composición de sus hogares y su capacidad general para pagar sus facturas, podemos considerar aspectos más allá de solo recetar medicamentos y pedir a los pacientes que se mantengan más sanos y salgan a pasear por su barrio, que puede que no sea un entorno seguro. Tenemos que pensar en cómo podemos crear mejores comunidades que sean más seguras y mejorar el acceso a la atención preventiva”.

Entre las limitaciones del estudio se encuentra el hecho de que solo se descubrió una relación entre la vulnerabilidad social y los riesgos cardiometabólicos en el embarazo, es decir, no se demostró la relación causa-efecto. El estudio no incluyó determinantes sociales de la salud específicos que también pueden desempeñar una función, como la inseguridad alimentaria y el acceso a los cuidados de salud. Por último, el estudio solo analizó los riesgos cardiovasculares previos al embarazo y no incluyó las complicaciones posteriores a este.

Los coautores son Joseph Reed, M.D.; Tony Dong, M.D.; y Sadeer Al-Kindi, M.D. Las declaraciones de los autores se encuentran en el resumen.

Los investigadores no informaron de ninguna fuente de financiación para este estudio.

Las afirmaciones y conclusiones de los estudios presentados en las reuniones científicas de la American Heart Association son exclusivas de los autores y no constituyen necesariamente la política ni la posición de la asociación. La Asociación no ofrece representación ni garantía de ningún tipo de su exactitud o confiabilidad. Los resúmenes que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no se revisan por pares, sino que los paneles de revisión independientes los seleccionan y los consideran en función del potencial que tengan de ser un aporte a la diversidad de temas y opiniones científicos analizados en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como manuscrito completo en una revista científica revisada por pares. La Asociación recibe financiación de personas particulares principalmente; además, distintas fundaciones y empresas (incluidas empresas farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) realizan donaciones y financian eventos y programas específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, los fabricantes de dispositivos, los proveedores de seguros médicos y la información financiera general de la Asociación están disponibles aquí.

Recursos adicionales:

Las Sesiones Científicas del 2022 de la American Heart Association consisten en un primer intercambio mundial de los últimos avances científicos, de investigación y actualizaciones de las prácticas clínicas sobre la base de la evidencia en el área de la ciencia cardiovascular. La reunión de 3 días contará con más de 500 sesiones enfocadas en las actualizaciones de los avances cardiovasculares básicos, clínicos y demográficos que ocurrirán del sábado 5 de noviembre al lunes 7 de noviembre del 2022. Miles de destacados médicos, científicos, cardiólogos, personal de enfermería clínico avanzado y profesionales afines del cuidado de la salud de todo el mundo se reunirán de manera virtual para participar en las presentaciones, los debates y los programas científicos básicos, clínicos y demográficos que pueden dar forma al futuro de la ciencia y medicina cardiovascular, incluidas la prevención y las mejoras en la calidad. Durante la reunión de tres días, los asistentes recibirán acceso exclusivo a más de 4,000 presentaciones de investigación originales y podrán obtener créditos de Educación Médica Continua (CME, Continuing Medical Education), Educación Continua (CE, Continuing Education) o Mantenimiento de la Certificación (MOC, Maintenance of Certification) para sesiones educativas. Participe en las Sesiones Científicas del 2022 por redes sociales. Para ello, utilice el hashtag #AHA22.

Acerca de la American Heart Association

La American Heart Association es una fuerza incansable para un mundo de vidas más largas y saludables. Nos dedicamos a garantizar una salud equitativa en todas las comunidades. A través de la colaboración con numerosas organizaciones, e impulsados por millones de voluntarios, financiamos la investigación innovadora, abogamos por la salud pública y compartimos recursos que salvan vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente líder de información de salud durante casi un siglo. Comuníquese con nosotros a través de heart.orgFacebook o Twitter, o bien llámenos al 1-800-AHA-USA1.

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