El proyecto RESMED propone nuevas herramientas de gestión pesquera en el litoral marino de los Pirineos
Una alta conectividad biológica el Mediterráneo noroccidental
University of Barcelona
En el litoral marino de los Pirineos existe una alta conectividad biológica entre poblaciones de peces que se desplazan entre hábitats diferentes a escala regional, según se desprende del proyecto RESMED (2019-2021), una iniciativa basada en técnicas de telemetría acústica para estudiar el movimiento de los peces y conocer las características de los ecosistemas en esta región mediterránea.
El proyecto RESMED (Red de reservas marinas y gestión integrada de las zonas costeras transfronterizas mediterráneas), dirigido por el profesor Bernat Hereu, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del programa INTERREG POCTEFA.
Una alta conectividad biológica el Mediterráneo noroccidental
El litoral marino de los Pirineos es una región del Mediterráneo noroccidental dotada de especies emblemáticas y de servicios ecosistémicos de interés económico (pesca, turismo, ocio, etc.). El equipo del proyecto RESMED instaló una red fija con 94 receptores acústicos —o balizas acústicas sumergidas— para estudiar el movimiento de los peces marcados —dorada, lubina, chopa, pez limón, cabracho, dentón, sargo imperial, anjova y palometa, entre otros— en todas las áreas marinas estudiadas. En el proyecto, que también tiene como protagonista a la ciencia participativa, ha sido decisiva la participación del colectivo de pescadores artesanales y recreativos en tareas de captura de peces, despliegue de receptores en las artes de pesca y transferencia de información al equipo científico.
Los resultados de RESMED indican que el movimiento de muchas especies genera una gran conectividad de las poblaciones entre las diferentes áreas marinas protegidas: la reserva natural marina de Cerbère-Banyuls, el parque natural del Cabo de Creus, el parque natural del Montgrí, las islas Medes y el Baix Ter, y el parque natural de los Aiguamolls de l'Empordà. «Esta alta conectividad biológica permitiría concebir a esta región como una red de reservas marinas, que están conectadas entre sí por el movimiento de las especies entre hábitats que actúan como corredores ecológicos», apunta Bernat Hereu, profesor del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.
Como herramientas de acción estratégicas, RESMED también propone combinar medidas de gestión pesquera y gestión espacial (reservas marinas) en función del ciclo de vida de las especies, aumentar las dimensiones de las áreas marinas protegidas (AMP) y potenciar las AMP sin pesca, así como incluir la conectividad en los planes de gestión marina y ampliar las escalas espaciales de los estudios científicos para entender el funcionamiento ecológico del litoral. El proyecto también apunta la necesidad de igualar las figuras de protección de las AMP en Cataluña, y también las que existen en el ámbito catalán en relación con Francia.
Hábitats de gran valor ecológico sin protección espacial
El movimiento y el uso de los hábitats de las especies estudiadas varía a lo largo de las distintas fases del ciclo de vida de los peces. Existe una gran diversidad de estrategias de movimiento en diferentes especies de peces litorales de interés pesquero, que pueden llegar a desplazarse cientos de kilómetros a lo largo de la costa. «La mayoría de especies estudiadas presentan patrones estacionales en el movimiento ligados a la reproducción, y se ha identificado la existencia de agregaciones reproductoras para diversas especies en zonas y épocas determinadas (meros, dorada, lubina, chopa)», detalla Hereu.
Desembocaduras y tramos finales de ríos o lagunas litorales —incluso las praderas de la fanerógama Cymodocea nodosa— se describen como conectores biológicos y hábitats de gran valor ecológico para la reproducción y conservación de diversas especies. «Sin embargo, todavía hoy en día no presentan ningún tipo de protección espacial», alerta el experto.
También sería importante proteger calas resguardadas —son esenciales para la supervivencia de los individuos juveniles— y puertos y escolleras, unos hábitats artificiales con una alta densidad de peces poco conocida hasta ahora. Lubinas y espetos se desplazan regularmente por zonas portuarias, mientras que otras especies son residentes, como las lisas, y otros peces (sargazos, variadas y obladas) utilizan estas áreas en las fases juveniles.
Fuera de las grandes AMP, se ha detectado una sobrepesca significativa incluso en sectores dentro de las mismas reservas. Las especies sedentarias (meros, corvallos, cabrachos, etc.) están protegidos dentro de las AMP, mientras que los peces con mayor movilidad (lubinas y doradas, con un área de desplazamiento más grande) se capturan fuera de las reservas. «Las zonas de amortiguamiento de las reservas marinas se han revelado pequeñas en función del movimiento de las especies, y la conectividad las hace inefectivas», detalla Bernat Hereu. «Las poblaciones de meros y otros peces grandes depredadores no se recuperan en las zonas de reserva marina en las que se permite la pesca submarina».
En un contexto más amplio, el conjunto de propuestas del proyecto RESMED pueden extenderse e implantarse en otras áreas de Cataluña y el Mediterráneo. «Estas herramientas de gestión más eficientes permitirán una mejora en el aprovechamiento de los recursos, así como en los usos y los diversos servicios ecosistémicos que nos proporciona esta región marina del litoral Mediterráneo», indica Hereu.
En esta línea, se está poniendo a punto la Red Catalana de Marcaje y Seguimiento de Fauna Acuática, en la que se extenderá la red de hidrófonos por toda la costa catalana en el marco de colaboración de todos los actores y usuarios del territorio.
En el proyecto RESMED participan la Universidad de Barcelona y la Universidad de Perpiñán, en colaboración con la Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos y el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, el parque natural del Cabo de Creus, el parque natural del Montgrí, las islas Medes y el Baix Ter, la Agencia Francesa para la Biodiversidad, el parque natural marino del Golfo del León, y la reserva natural marina de Cerbère-Banyuls, que figuran como socios del proyecto. También participan las cofradías de pescadores de Girona, las asociaciones de pescadores recreativos, los clubes de submarinismo —como el Club de Inmersión Biología (CIB) de la UB— y la asociación de centros de inmersión de la Costa Brava
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