Los bifenilos policlorados (PCB, por sus siglas en inglés) están poniendo a las orcas de océanos de todo el mundo en un alto riesgo de descenso e incluso de colapso demográfico, a pesar de estar prohibidos desde hace décadas. Tóxicos, cancerígenos y persistentes en el medio ambiente, los PCB tienen impacto tanto en la reproducción como en la función inmunitaria de los mamíferos y, según este nuevo estudio, amenazan la a viabilidad a largo plazo de más del 50 % de la población mundial de orcas. Pese a que la producción de PCB se prohibió en Estados Unidos en 1978, su amplio uso industrial hizo que se distribuyeran por todo el planeta. Las orcas, uno de los mayores depredadores marinos, son particularmente sensibles a la contaminación por PCB debido a la bioacumulación y a la capacidad de estos productos químicos de transferirse de la madre a la cría. Como resultado, los PCB se encuentran en concentraciones extremadamente altas en los tejidos de las orcas, lo que podría estar contribuyendo al descenso demográfico observado. Sin embargo, en comparación con otros mamíferos marinos como los delfines, se sabe poco acerca del riesgo de extinción que los PCB provocan en las orcas, en parte debido a las dificultades para monitorizar a esta especie, que suele moverse mucho. En este estudio, a fin de obtener una mejor idea del potencial de impacto de los PCB en las poblaciones mundiales de orcas, Pierre Desforges y sus colegas desarrollaron un modelo de análisis de riesgos capaz de predecir los efectos de la exposición a PCB en el crecimiento demográfico de esta especie en todos los océanos durante los próximos 100 años. Este modelo combina datos sobre la concentración de PCB en la grasa de 351 orcas de todo el mundo y los efectos tóxicos conocidos de estos productos, a la vez que simula tanto la acumulación como la transferencia de estos a sus crías. Los resultados muestran que las concentraciones de PCB en las orcas están estrechamente vinculadas con la producción y el uso de estos productos químicos, y que elevados niveles de estos tienen un impacto significativo en la sostenibilidad y el tamaño de las poblaciones. Según este modelo, las poblaciones de orcas del Ártico y la Antártida, donde las concentraciones de los químicos son bajas, continuarán creciendo o tan solo disminuirán de forma moderada. Sin embargo, según Desforges et al., en los lugares donde las concentraciones son las más altas, como en Japón, Brasil, Pacífico noroeste, estrecho de Gibraltar y Reino Unido, las poblaciones de orcas podrían colapsar completamente dentro del próximo siglo. Los esfuerzos para mantener el statu quo y proteger a las orcas de las amenazas a su conservación probablemente se vean dificultados debido a que, añaden los autores, los PCB se han mantenido en niveles problemáticos.
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