A pesar de vivir en la misma área del desierto de Mojave y experimentar condiciones similares, las aves y mamíferos nativos de esta región experimentaron muy diferentes exposiciones al calentamiento climático durante los últimos 100 años, según muestra un nuevo estudio que informa de que las comunidades de pequeños mamíferos se mantuvieron mucho más estables que las de aves frente al cambio climático local. El estudio presenta un enfoque integrador para comprender la vulnerabilidad climática de la biodiversidad en regiones en rápido calentamiento. La exposición a temperaturas extremas en aumento supone una amenaza para las especies en todo el mundo. Se cree que esta será la razón de la extinción de un número cada vez mayor. De esta manera, comprender cómo responden las especies al aumento del calentamiento es fundamental para predecir los riesgos y preservar la biodiversidad. Las predicciones de vulnerabilidad climática asumen que las especies que comparten un entorno experimentan magnitudes y tasas de exposición similares ante el calor extremo y responden de manera similar. Sin embargo, las especies son complejas y hacen gala de una variada gama de distintas estrategias de adaptación fisiológicas y de comportamiento para amortiguar el cambio ambiental, lo que podría traducirse en diferentes riesgos de exposición incluso entre especies coubicadas. Aprovechando un conjunto de datos históricos centenarios sobre la riqueza de las especies y estudios de animales de los mismos lugares, estudiados ahora junto con una detallada modelación ecológica, Eric Riddell y sus colegas compararon las respuestas de las comunidades de aves y pequeños mamíferos ante el calentamiento climático en el desierto de Mojave. Los autores encontraron que, pese a compartir una ubicación similar y requisitos fisiológicos y ecológicos comparables, los mamíferos y las aves experimentaron exposiciones y respuestas fundamentalmente diferentes frente al calentamiento y la sequedad del clima durante los últimos 100 años. Si bien las comunidades de pequeños mamíferos se han mantenido notablemente estables frente al cambio, la ocupación y la riqueza de especies de aves han sufrido reducciones dramáticas. Riddell et al. atribuyen estas diferencias a las variaciones en la capacidad de cada grupo para aprovechar las oportunidades del microclima. Mientras que los pequeños mamíferos pueden mitigar el aumento de temperaturas excavando en la tierra fría, las aves por lo general están mucho más expuestas y, por lo tanto, probablemente sean más vulnerables al calentamiento climático. Los autores sugieren que se necesitan enfoques de modelado que combinen fisiología y comportamiento para predecir con mayor precisión la persistencia de una especie frente al cambio climático.
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