Los primeros mamíferos que vivieron junto a los dinosaurios hace más de 150 millones de años probablemente estaban cubiertos de un pelaje oscuro y de tonos grisáceos-marrones, según una reconstrucción cuantitativa de la coloración de los mamíferos mesozoicos, lo que sugiere su naturaleza oculta y nocturna. Los hallazgos, obtenidos de un análisis comparativo de melanosomas fosilizados, ofrecen información sobre la ecología y la historia evolutiva de los primeros mamíferos. Desde la comunicación hasta el camuflaje, la coloración animal desempeña un papel importante en numerosas funciones ecológicas y de comportamiento. Mientras que algunos animales, como las aves, exhiben una variedad llamativa y viva de plumaje, los pelajes de los mamíferos suelen limitarse a tonos apagados debido a su dependencia del único pigmento, la melanina. Aunque carecen de una amplia paleta, los mamíferos han desarrollado patrones de pelaje diversos y distintivos. Sin embargo, debido a la escasez de datos sobre la pigmentación de los mamíferos extintos, la historia evolutiva de la coloración del pelaje sigue siendo poco conocida. Estudios recientes han demostrado que los melanosomas –los orgánulos responsables de la pigmentación– pueden conservarse en especímenes fosilizados. Técnicas similares han reconstruido con éxito la coloración de los dinosaurios, pero no se han aplicado ampliamente a los mamíferos fósiles, a pesar de la existencia de especímenes de pelaje bien conservados. Utilizando microscopía electrónica de barrido y datos espectrofotométricos precisos, Ruoshuang Li y sus colegas analizaron melanosomas de 116 mamíferos vivos para crear un modelo predictivo que reconstruye el color del pelaje basándose en la morfología de los melanosomas. Li y su equipo aplicaron luego el modelo a melanosomas fosilizados de 6 mamaliaformas mesozoicos – incluyendo una nueva especie de euharamiyido del Jurásico Tardío (alrededor de 158,5 millones de años). Los autores descubrieron que el pelaje de estos primeros mamíferos era predominante y uniformemente oscuro, sin patrones como las rayas y manchas que adornan a muchos mamíferos modernos. Esto sugiere que, a pesar de la divergencia evolutiva en su filogenia y ecología, el sistema de coloración basado en melanina de los primeros mamíferos permaneció en gran medida sin cambios. Esto contrasta marcadamente con las variadas estructuras de melanosomas encontradas en dinosaurios emplumados, aves primitivas y pterosaurios, lo que indica un patrón evolutivo distinto para la coloración de los mamíferos. Según los autores, el pelaje oscuro y uniformemente apagado encontrado en estas especies –típico de mamíferos nocturnos modernos como topos, ratones, ratas y murciélagos nocturnos– respalda hipótesis previas de que los primeros mamíferos también eran en gran medida nocturnos y estaban coloreados para camuflarse. Además, el alto contenido de melanina en su pelaje podría haber sido beneficioso para la termorregulación y para proporcionar resistencia mecánica como protección. Tras la extinción del Cretácico-Paleógeno, los mamíferos se diversificaron rápidamente en nichos previamente ocupados por dinosaurios, lo que llevó a estructuras de melanosomas más diversas y nuevas estrategias de coloración del pelaje mejor adaptadas a una mayor variedad de entornos.
Journal
Science
Article Title
Mesozoic mammaliaforms illuminate the origins of pelage coloration
Article Publication Date
14-Mar-2025