Los investigadores han descubierto un mecanismo neural en los cerebros de los ratones que les permite anular las respuestas instintivas de miedo. Los autores afirman que un mal funcionamiento de este mecanismo podría contribuir a respuestas de miedo inadecuadas o excesivas. Según los hallazgos, focalizar la atención en estos circuitos podría ofrecer nuevas vías terapéuticas para tratar trastornos relacionados con el miedo, como el trastorno de estrés postraumático y la ansiedad. Las respuestas de miedo a amenazas visuales, como escapar de un depredador que se aproxima, son reacciones instintivas críticas para la supervivencia y están gestionadas principalmente por circuitos del tronco encefálico que involucran el colículo superior medial y la sustancia gris periacueductal. Estas acciones reflejas suelen ser automáticas e independientes de las regiones cerebrales superiores. Sin embargo, los animales pueden suprimir estas respuestas de miedo al aprender que una amenaza percibida es inofensiva. No obstante, los mecanismos neuronales y las regiones cerebrales responsables de esta forma de aprendizaje, que modifica las reacciones instintivas, siguen siendo poco comprendidos. El comportamiento de huida en respuesta a un estímulo visual inminente es una medida bien establecida del miedo instintivo, en la que los ratones inexpertos suelen huir hacia un refugio al enfrentarse a dicha amenaza. Hara Mederos y sus colegas diseñaron un experimento en el que se impidió a los ratones acceder a un refugio mediante una amenaza de estimulación visual proyectada: tres puntos negros expansivos consecutivos durante un período de 3 segundos. Con el tiempo, los ratones aprendieron a dejar de huir ante los puntos negros. Utilizando técnicas optogenéticas durante diversas etapas de este proceso de aprendizaje, Mederos y sus colaboradores descubrieron que las áreas visuales superiores posterolaterales (plHVA) –un grupo de regiones cerebrales en la corteza visual– son cruciales para aprender a suprimir las respuestas instintivas de miedo. Sin embargo, la corteza visual no es necesaria para mantener el comportamiento una vez aprendido. En cambio, la plasticidad se produce aguas abajo, en el núcleo geniculado ventrolateral (vLGN), donde las neuronas reciben una modulación inhibitoria impulsada por la experiencia. Esta plasticidad, dependiente de la señalización de endocannabinoides (eCB), disminuye la entrada inhibitoria a las neuronas del vLGN, facilitando la supresión de los comportamientos de huida. Según los autores, apuntar a estas vías, ya sea mediante la estimulación cerebral profunda o potenciando la plasticidad dependiente de endocannabinoides en estos circuitos, podría ayudar a suprimir las respuestas de miedo inadaptadas, ofreciendo potenciales nuevas aproximaciones terapéuticas.
Journal
Science
Article Title
Overwriting an instinct: Visual cortex instructs learning to suppress fear responses
Article Publication Date
7-Feb-2025