Las concentraciones totales de carbono orgánico medidas sobre las arenas petrolíferas de Canadá revelan una gran subestimación de las emisiones

Nuevas mediciones de las concentraciones totales de carbono orgánico gaseoso en el aire sobre las arenas petrolíferas de Athabasca en Canadá sugieren que los métodos tradicionales para estimar esta contaminación pueden subestimar gravemente las emisiones, según un análisis realizado por Megan He y sus colegas. Utilizando mediciones aéreas, He et al. concluyen que las emisiones totales de carbono orgánico gaseoso de las operaciones en arenas petrolíferas superan los valores notificados por la industria entre un 1900% y más del 6300% en las instalaciones estudiadas. "Las emisiones medidas en el conjunto de instalaciones representaron aproximadamente el 1% del petróleo extraído, dando como resultado emisiones totales de carbono orgánico equivalentes a las de todas las demás fuentes combinadas en todo Canadá", escriben los investigadores. Las emisiones totales de carbono orgánico de las arenas petrolíferas también son mayores que las emisiones de gases orgánicos reactivos de todas las fuentes antropogénicas, desde productos químicos hasta automóviles, en grandes megaciudades como Los Ángeles, señalan los investigadores. La contaminación del aire resultante de las emisiones antropogénicas de carbono orgánico tiene un impacto significativo en la calidad del aire, contribuyendo a la formación de ozono troposférico y aerosoles orgánicos que afectan la salud humana y el clima. La forma tradicional de medir y monitorizar estas emisiones de operaciones industriales como las arenas petrolíferas se centra en subconjuntos limitados de compuestos orgánicos volátiles liberados a la atmósfera, asumiendo que esto representa la mayoría de las emisiones. El estudio conjunto en medios aéreos y laboratorio realizado por He et al. demuestra que hay muchos compuestos orgánicos de los que este enfoque no rinde cuentas y que contribuyen a la contaminación del aire. Los investigadores examinaron las emisiones tanto de operaciones de minería superficial como de extracción de depósitos más profundos de bitumen, que han sido menos investigados a pesar del aumento de la producción. Los investigadores también señalaron la importancia de prácticas de gestión de residuos posteriores a la extracción, como el procesamiento de relaves, para las emisiones totales de carbono.