News Release

La exposición crónica a plomo, cadmio y arsénico incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares

La monitorización de la exposición a metales contaminantes en el aire, el agua y el suelo es importante para reducir las desigualdades en el riesgo de ECV, según una nueva declaración científica de la American Heart Association

Peer-Reviewed Publication

American Heart Association

Aspectos destacados de la declaración:

  • En todo el mundo, la mayoría de las personas está expuesta regularmente a niveles bajos o moderados de plomo, cadmio y arsénico en el medioambiente, lo que incrementa el riesgo de enfermedad de las arterias coronarias, ataque cerebral y enfermedad arterial periférica, según una nueva declaración de la American Heart Association.
  • Estos metales, considerados metales contaminantes, no cumplen ninguna función en el cuerpo humano. Se encuentran en aguas subterráneas, tuberías de agua, pintura, productos derivados del tabaco, fertilizantes, plástico, dispositivos electrónicos, gasolina, baterías, algunos alimentos y otros artículos de uso habitual.
  • El plomo, el cadmio y el arsénico se absorben a través de las vías respiratorias o el tracto gastrointestinal. Las personas que viven en barrios de bajos ingresos, a menudo, tienen una alta exposición a estos metales. 
  • Un enfoque diversificado a la reducción de los riesgos cardiovasculares de los metales contaminantes puede incluir medidas de salud pública, como la monitorización y la mitigación ambientales; pruebas individuales; evaluación adicional de las consecuencias de la exposición a metales y el desarrollo de tratamientos.

Prohibida su publicación hasta las 4 a. m. CT/5 a. m. ET del lunes, 12 de junio de 2023

DALLAS, 12 de junio de 2023 — La exposición crónica a niveles bajos de plomo, cadmio y arsénico a través de artículos domésticos de uso habitual, del aire, el agua, el suelo y los alimentos se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, según una nueva declaración científica de la American Heart Association publicada hoy en Journal of the American Heart Associationuna revista profesional de acceso abierto y revisada por pares de la American Heart Association.

En esta declaración científica se revisa la evidencia que vincula la exposición crónica a niveles bajos o moderados de tres metales contaminantes (plomo, cadmio y arsénico) con enfermedades cardiovasculares, incluidas enfermedad de las arterias coronariasataque cerebral y enfermedad arterial periférica. Destaca las consecuencias clínicas y para la salud pública. Actualmente, los factores de riesgo tradicionales de enfermedades cardiovasculares no incluyen sustancias tóxicas ambientales.  El campo de la cardiología ambiental identifica la exposición a contaminantes, incluidos los metales, como riesgos de enfermedades cardiovasculares que pueden modificarse.

“Los estudios de población a gran escala indican que incluso la exposición de bajo nivel a metales contaminantes es casi universal y contribuye a la carga de enfermedades cardiovasculares, especialmente ataques cardíacos, ataques cerebrales, enfermedades de las arterias en las piernas y muerte prematura por causas cardíacas”, afirmó Gervasio. A. Lamas, M.D., FAHA, director del grupo de redacción de la declaración y Director de Medicina y Jefe de la División de Cardiología de Columbia University en Sinai Medical Center en Miami Beach, Florida.

“Estos metales interfieren con las funciones biológicas esenciales y afectan a la mayoría de las poblaciones a escala global”, comentó la Vicepresidenta del grupo de redacción de la declaración, Ana Navas-Acien, M.D., Ph.D., Profesora de Ciencias de la Salud Ambiental en Mailman School of Public Health de Columbia University y Directora del programa de investigación Northern Plains Superfund Research Program de Columbia University en la Ciudad de Nueva York. “Después de la exposición, el plomo y el cadmio se acumulan en el organismo y permanecen en los huesos y órganos durante décadas. Solo en los EE. UU., un estudio importante sugirió que más de 450,000 muertes anuales podrían atribuirse a la exposición al plomo”.

¿En dónde se exponen las personas a los metales contaminantes?

Con mayor frecuencia, la exposición a metales contaminantes ocurre de manera involuntaria, durante las actividades de la vida cotidiana. El plomo se puede encontrar en una variedad de artículos, como la pintura en casas antiguas (la pintura a base de plomo se prohibió en los EE. UU. en 1978), productos derivados del tabaco, humo de segunda mano, alimentos contaminados (aguas subterráneas y algunas artesanías de alfarería, cerámica y utensilios de cocina son fuentes de contaminación por plomo en los alimentos), tuberías de agua, especias, cosméticos, dispositivos electrónicos y emisiones industriales. El tabaquismo es una fuente tanto de plomo como de cadmio. 

El cadmio se encuentra en baterías de níquel-cadmio, pigmentos, plástico, cerámica y cristalería y productos derivados de la construcción. Los fertilizantes producidos a escala industrial utilizan roca fosfórica que naturalmente tiene alto contenido de cadmio, que posteriormente contamina los tubérculos y las plantas de hojas verdes (incluido el tabaco).

La exposición al arsénico se produce principalmente a través del agua subterránea, lo que afecta el agua potable, el suelo y los alimentos cultivados en terreno contaminado. En particular, el arsénico se acumula en el arroz en mayor medida que en otros cultivos alimentarios.

Si bien la exposición y el riesgo tienen lugar en diversas poblaciones, independientemente del nivel socioeconómico, algunas personas experimentan una mayor exposición a metales tóxicos, según la declaración. El riesgo de exposición es superior para aquellas personas que viven en zonas más cercanas a carreteras principales, fuentes industriales y vertederos de residuos peligrosos; residen en casas más antiguas; o en áreas donde las reglamentaciones ambientales se aplican de manera deficiente y las respuestas a las quejas de la comunidad son inadecuadas.

“Este es un problema global en el que las comunidades de menores ingresos están desproporcionadamente expuestas a metales tóxicos a través del aire, el agua y el suelo contaminados”, declaró Navas-Acien. “Abordar la exposición a metales en estas poblaciones puede brindar una estrategia para reducir las disparidades en las enfermedades cardiovasculares y promover la justicia ambiental”.

¿Cuáles son los riesgos cardiovasculares de los metales contaminantes?

La declaración científica describe la investigación epidemiológica global que confirma que el plomo, el cadmio y el arsénico están asociados con la muerte prematura, debido en gran parte al incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. La investigación global incluye lo siguiente:

  • Una  declaración científica de la American Heart Association de 2021 reconoció la exposición a metales tóxicos como un factor de riesgo no convencional de enfermedad arterial periférica.
  • Una revisión de 2018 publicada en la revista profesional British Medical Journal evaluó 37 estudios que representaban a casi 350,000 personas de más de una docena de países. La revisión informó que los niveles más elevados de arsénico en la orina y los niveles de plomo y cadmio en la sangre se asociaban con un riesgo entre un 15 % y un 85 % mayor de ataque cerebral y enfermedades cardíacas.
  • Un estudio en China determinó que los niveles más elevados de plomo en la sangre se asociaban con placa en las arterias carótidas en personas con diabetes tipo 2. En otro estudio se halló que el cadmio y el arsénico se asociaban con una mayor tasa de enfermedades cardíacas y accidente cerebrovascular isquémico.
  • En España, un estudio llevado a cabo entre la población general determinó que el cadmio en la orina se asociaba con mayores tasas de enfermedades cardiovasculares de diagnóstico reciente.

¿Qué se puede hacer con los metales presentes en el medioambiente?

La monitorización de los niveles de metales en el medioambiente y las pruebas de metales en personas son pasos clave para implementar iniciativas de salud pública apropiadas, sugiere el grupo de redacción. Los niveles de plomo en niños con síntomas de exposición son supervisados por profesionales de la salud mediante análisis de sangre. Sin embargo, no existen pautas de monitorización ni límites de exposición establecidos para metales contaminantes en adultos diferentes a los exigidos para tipos específicos de trabajo. Son necesarias investigaciones futuras para establecer si estas pruebas podrían constituir una estrategia eficaz para identificar y proteger a las personas que corren riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los autores de la declaración señalan que la disminución de la exposición a metales en el tabaco, la protección de los sistemas de agua y pozos comunitarios y la reducción al mínimo de la contaminación por metales en el aire, los alimentos y el suelo son ejemplos de medidas de salud pública que pueden disminuir la exposición a los metales.

“La salud cardiovascular se puede mejorar con un enfoque diversificado que reconozca la cardiología ambiental e incluya la monitorización ambiental y biológica de los metales contaminantes; el control de las fuentes de exposición; y el desarrollo de intervenciones clínicas que eliminen los metales o debiliten sus efectos en el organismo”, afirmó Lamas, quien también es Profesor de Medicina en Irving Medical Center en Columbia University en la Ciudad de Nueva York.

Si bien actualmente no existe una terapia médica estándar para contrarrestar el efecto vascular de los metales contaminantes, hay investigaciones en curso para abordar el potencial de tratamiento de las personas en caso de exposición. Algunas investigaciones evalúan el efecto de los agentes quelantes, que son medicamentos que pueden eliminar los metales contaminantes, especialmente el plomo y el cadmio, del organismo. El agente quelante se liga a los metales para que estos puedan excretarse. Asimismo, la declaración sugiere que son necesarias investigaciones para analizar suplementos nutricionales que podrían reducir los efectos de los metales contaminantes y acelerar la excreción.  Los suplementos que han demostrado potencial, según ensayos realizados a pequeña escala, incluyen folato y N-acetilcisteína.

Esta declaración científica fue preparada por el grupo de redacción voluntario en nombre del Consejo de Epidemiología y Prevención; el Consejo de Enfermería Cardiovascular y Ataque Cerebral; el Consejo de Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica; el Consejo de Enfermedad Vascular Periférica; y el Consejo del Riñón en Enfermedades Cardiovasculares de la American Heart Association. Las declaraciones científicas de la American Heart Association promueven una mayor conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y los ataques cerebrales y ayudan a facilitar la toma de decisiones informadas sobre el cuidado de la salud. Las declaraciones científicas describen lo que se sabe actualmente sobre un tema y qué áreas necesitan más investigación. Si bien las declaraciones científicas informan el desarrollo de pautas, no hacen recomendaciones de tratamiento. Las pautas de la American Heart Association proporcionan las recomendaciones de práctica clínica oficiales de la Asociación.

Los miembros adicionales del comité de Redacción de la declaración son Aruni Bhatnagar, Ph.D., FAHA; Miranda R. Jones, M.H.S., Ph.D.; Koren K. Mann, Ph.D.; Khurram Nasir, M.D., M.P.H., FAHA; Maria Tellez-Plaza, M.D., Ph.D. y Francisco Ujueta, M.D., M.S. Los datos públicos de los autores se encuentran en el artículo.

La Asociación recibe financiación de personas particulares principalmente. Algunas fundaciones y empresas (incluidas compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) también realizan donaciones y financian eventos o programas específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las compañías farmacéuticas y de biotecnología, los fabricantes de dispositivos y los proveedores de seguros de salud y la información financiera general de la Asociación están disponibles aquí.

Recursos adicionales:

Acerca de la American Heart Association

La American Heart Association es una fuerza incansable cuyo objetivo es prolongar la vida y la salud de todos. Nos dedicamos a garantizar la igualdad en materia de salud en todas las comunidades. A través de la colaboración con numerosas organizaciones y el impulso de millones de voluntarios, financiamos investigaciones innovadoras, defendemos la salud pública y compartimos recursos para salvar vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente de información sobre salud líder durante casi un siglo. Comuníquese con nosotros a través de heart.orgFacebookTwitter o llamándonos al 1-800-AHA-USA1.

###


Disclaimer: AAAS and EurekAlert! are not responsible for the accuracy of news releases posted to EurekAlert! by contributing institutions or for the use of any information through the EurekAlert system.