News Release

Los confinamientos de 2020 por la COVID-19 alteraron los movimientos de los mamíferos en todo el mundo

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

La reducción del tráfico y la movilidad humana durante las restricciones del confinamiento de 2020 por la COVID-19 alteró rápidamente algunos comportamientos de movimiento de mamíferos, según un nuevo estudio. Se observó cómo las actividades humanas constriñen el movimiento animal y cómo reaccionan los animales cuando estas cesan. Esto proporciona información valiosa para las futuras estrategias de conservación diseñadas para mejorar la coexistencia de humanos y vida animal salvaje. Durante el brote mundial inicial de la COVID-19 en 2020, los gobiernos de todo el mundo aplicaron medidas de confinamiento para reducir la propagación del virus, con lo que se redujo drásticamente la movilidad humana y el tráfico de vehículos. Esta “antropausa”, como se denomina, representó una oportunidad única de cuantificar los efectos de la actividad humana en los comportamientos de la fauna salvaje. Las vías humanas y la necesidad de los animales de cruzarlas son importantes para conservar numerosas especies. No solo reducen el hábitat y limitan el movimiento y la dispersión de la población para muchas especies, sino que las colisiones con vehículos también pueden ser una fuente notable de mortalidad animal. A pesar de esto, se conoce relativamente poco del impacto de las carreteras en el comportamiento animal según la especie y a escala mundial. Marlee Tucker y sus colegas, aprovechando el  experimento natural de los confinamientos de la COVID-19, compilaron datos de seguimiento por GPS de 76 estudios –un conjunto de datos que englobaba a 2 300 mamíferos que representaban a 43 especies del mundo– y evaluaron cómo cambiaban sus comportamientos durante el periodo de confinamiento inicial de 2020 (1 de febrero – 28 de abril de 2020) en comparación con el mismo periodo de 2019. Aunque los movimientos y las respuestas de comportamiento de evitar carreteras en los confinamientos variaban según la especie y la región mundialmente, Tucker y sus colegas revelaron varios efectos en común. Según los estudios, en lugares donde las políticas de confinamiento por la COVID-19 eran más estrictas, los animales viajaban un promedio del 73 % más lejos durante el periodo de confinamiento que el año anterior, lo que sugería que la mayoría de los animales de estos lugares exploraban más paisaje cuando se reducía el movimiento de vehículos. Además, el análisis revelaba que se redujo la longitud de los movimientos de mamíferos a corta distancia en zonas de población humana y los individuos se desplazaban un 36 % más cerca de las carreteras durante los confinamientos. Tucker y sus colegas sugieren que esto se debe a que los animales tenían menos miedo del tráfico rodado o de la presencia humana en estas zonas y mostraban como resultado distancias de huida más cortas. “Tucker y sus colegas ofrecieron una respuesta general sobre la capacidad de algunos animales de utilizar zonas habitadas por humanos e incluso ampliar sus hábitats cuando se reduce la actividad humana”, escriben Colleen Cassady St. Clair y Sage Raymond en un artículo de Perspective relacionado. Sus resultados resaltan el impacto ambiental de la actividad rodada, que se debate con menos frecuencia públicamente que los efectos de las emisiones, infraestructura vial permanente y pérdida de hábitat”.


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