En resumen:
- Las hiperintensidades de la sustancia blanca (WMHs) en el cerebro están asociadas a un mayor riesgo de demencia o deterioro cognitivo.
- A los 82 años, la mayoría de las personas tienen WMHs.
- Los científicos esperan aprender más sobre las WMHs y crear una ”tarjeta de riesgo” de desarrollar demencia o Alzheimer.
- Tener una tarjeta de riesgo puede ayudar a identificar formas de mitigar o demorar la demencia o la enfermedad de Alzheimer.
- Los hispanos son aproximadamente una vez y media más propensos que los americanos blancos a tener demencia o enfermedad de Alzheimer.
(SACRAMENTO, Calif.) UC Davis Health, junto al Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston (UTHealth Houston), está liderando un importante estudio nuevo – Distintas Contribuciones Vasculares al Deterioro Cognitivo y la Demencia, o Diverse VCID. El estudio apunta a predecir quién tiene un mayor riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer.
Las personas que participen del estudio ayudarán a los investigadores a crear una especie de ”tarjeta de riesgo” con información de imágenes cerebrales, componentes genéticos y otros biomarcadores.
“Es posible que tengamos información que indique que el riesgo de una persona es muy bajo. O quizá información indicando que el riesgo de una persona es muy alto, pero hay factores contribuyentes como diabetes e hipertensión respecto a los que podemos hacer algo”, dijo Charles DeCarli, investigador principal del estudio. Decarli es profesor de neurología y director del Centro de Investigación de Alzheimer de UC Davis. “Esperamos que tener un perfil de riesgo nos permita modificar la probabilidad de tener demencia y potencialmente prevenir o demorar la enfermedad”.
El estudio está financiado por una adjudicación de $53.6 millones de parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Durará seis años y se está conduciendo en 13 lugares distintos en 10 estados.
Las hiperintensidades de la sustancia blanca ofrecen claves
Crear perfiles de riesgo para enfermedades no es nuevo. Se sabe que la hipertensión aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares y que el colesterol alto puede poner a la gente a riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Con el nuevo estudio, los investigadores esperan crear perfiles similares de riesgo que consideren lo que han aprendido sobre ciertos cambios en el cerebro – conocidos como hiperintensidades de la sustancia blanca o WMRs – junto a factores genéticos y otros marcadores de salud en general que pueden determinar si el riesgo de una persona es bajo o alto.
A los 64 años, la probabilidad de que un MRI muestre WMRs es de entre un 11 y un 21%. A los 82 años, la probabilidad de tener WMHs aumenta hasta un 94%. Se piensa que las WMHs se forman como resultado de cambios en pequeños vasos sanguíneos en el cerebro. Están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar demencia y deterioro cognitivo. Pero cómo exactamente pueden contribuir a ello no se sabe.
Género y desigualdades raciales en la demencia y enfermedad de Alzheimer
Según datos de la Asociación de Alzheimer, aproximadamente una de cada nueve personas de 65 años o más (cerca de un 11.3%) tiene enfermedad de Alzheimer. De los 6 millones de personas que se estima tienen Alzheimer en Estados Unidos, casi dos tercios, o cerca de 3.5 millones, son mujeres.
También hay desigualdades raciales:
- Los afroamericanos de la tercera edad son cerca de una vez y media a dos veces más propensos que los americanos blancos a tener demencia o enfermedad de Alzheimer.
- Los hispanos son aproximadamente una vez y media más propensos que los americanos blancos a tener demencia o enfermedad de Alzheimer.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, se espera que los casos se cuatripliquen entre los afroamericanos y aumenten siete veces entre los hispanos sobre las estimaciones actuales.
El estudio está observando a distintas poblaciones. Los investigadores están reclutando a 2,250 participantes de distinta descendencia de entre 65 y 90 años.
“Si solo registramos a cierto grupo de la sociedad, no podemos generalizar el grupo entero, lo cual es un problema”, dijo Myriam Fornage, coinvestigadora principal del estudio y profesora de genética en UTHealth Houston. “Entonces esperamos poder incluir a mucha gente y tener un cuadro más amplio y un mejor entendimiento de la enfermedad para todos”.
Lisa L. Barnes, profesora de ciencias neurológicas en Rush Medical College, y Hector M. González, profesor de neurociencias en UC San Diego, son coinvestigadores del estudio.
Una de las participantes del estudio, Antonia Lopez, trabajó en educación infantil temprana antes de jubilarse. “Mi madre tuvo Alzheimer. Sabíamos que había un término llamado Alzheimer. No sabíamos la diferencia entre eso y el envejecimiento normal. Ella me motivó. Espero que mi participación aporte al conocimiento y haga una diferencia para la próxima generación”, dijo Lopez.
“Estoy agradecido a cada participante que se toma el tiempo de contribuir a la investigación de la demencia. Yo he dedicado mi carrera a ello, y sé que podemos hacer una diferencia”, dijo DeCarli.
Para saber más sobre el estudio, incluyendo cómo registrarse, visite las páginas del estudio o el sitio Diverse VCID.
Centros participantes
- Centro de Investigación de Alzheimer, Universidad del Sur de California
- Centro de Investigación de Alzheimer de la Universidad de Columbia
- Instituto Glenn Biggs para Enfermedades Neurodegenerativas y Alzheimer
- Centro de Investigación de Alzheimer de Johns Hopkins
- Centro de Investigación de Alzheimer de Michigan
- Centro de Investigación Exploratoria de Alzheimer para la Memoria y el Envejecimiento de New Mexico
- Centro Penn de la Memoria
- Centro Sticht para el Envejecimiento Sano y la Prevención de Alzheimer
- Centro de Alzheimer de UC Davis –Sacramento
- Centro de Alzheimer de UC Davis – Walnut Creek
- Centro Shiley Marcos de Investigación de Alzheimer en UC San Diego
- Centro de Alzheimer en la Universidad de Kentucky
- Centro de Investigación de Alzheimer de Wisconsin
Esta concesión es patrocinada por el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Vasculares del NIH y el Instituto Nacional del Envejecimiento a través de la subvención 1U19NS120384.