Una spinoff de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Inrobics Social Robotics, S.L.L., ha desarrollado un dispositivo robótico con el que ofrece un servicio innovador de rehabilitación motora y cognitiva, tanto para ámbito clínico como domiciliario. Inrobics ha sido creada a partir de los resultados de investigación del Departamento de Informática de la Universidad.
El equipo emprendedor ha desarrollado una plataforma que se compone de cuatro elementos: un robot que interactúa con el paciente; un sistema de inteligencia artificial que, junto con un sensor 3D, controla al robot; una aplicación para que el personal sanitario pueda configurar las sesiones y hacer el seguimiento; y un sistema de almacenamiento en la nube con información y analíticas de todos los procesos de rehabilitación. “A través del sensor 3D sabemos en todo momento la postura que tiene cada paciente. Por ejemplo, sabemos si está levantando un brazo, pero además si gira la columna para compensar esa dificultad . Toda esa información la captamos y se introduce en los informes clínicos que se generan”, apunta Fernando Fernández, profesor titular del Departamento de Informática de la UC3M y socio fundador de Inrobics.
El objetivo es mejorar las terapias de rehabilitación a través de actividades basadas en imitación y series de ejercicios y ofrecer al personal sanitario herramientas adicionales para la optimización de esas sesiones. “Para pacientes como, por ejemplo, los niños, interactuar con un robot es como estar jugando con un juguete. Ellos no creen en ningún momento que están yendo al hospital a rehabilitación, sino que van a jugar. Ese es el valor añadido que estamos ofreciendo. Además, por otro lado, somos capaces de enriquecer el contexto de trabajo del terapeuta, que muchas veces carece de herramientas adaptadas a determinados perfiles de pacientes“, señala Jose Carlos Pulido, CEO fundador de Inrobics.
Además, la plataforma, diseñada conjuntamente por profesionales de la pediatría (diversidad cognitiva y funcional) y geriatría (envejecimiento activo y acompañamiento), también puede ser utilizada en el ámbito domiciliario, como un recurso de rehabilitación remota para mejorar la conciliación familiar y la calidad de vida.
El Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo) ha sido el primer centro en llevar a cabo un ensayo clínico con estas herramientas de inteligencia artificial, que han utilizado en pacientes pediátricos con lesión medular.