Este comunicado está disponible en inglés.
El perro de monte es una de las especies de cánidos más enigmáticos del mundo, rara vez visto en toda su área de distribución en América Central y del Sur. Datos recientes de fotos tomadas con cámaras trampa automatizadas en áreas remotas de Panamá, junto con otros avistamientos, muestran que la especie se ha generalizado en el país. El reciente estudio, co-escrito por el Investigador Asociado del Smithsonian Ricardo Moreno, asistirá a la planificación de la conservación de esta especie casi amenazada.
"Nuestro grupo de biólogos de Yaguará Panamá y sus colaboradores están trabajando en un artículo sobre grandes mamíferos utilizando datos de la captura de imágenes con la cámara que se extienden desde la frontera de Panamá con Costa Rica a la frontera con Colombia", comentó Moreno. "El perro de monte es una de las especies más raras que hemos fotografiado."
Los perros de monte, Speothos venaticus, son de patas cortas y rechonchos, en cuatro patas sólo miden alrededor de un pie de alto desde el hombro. Viven principalmente en los bosques tropicales, pero también se han registrado en hábitats fragmentados y alterados. Cazan en grupos de hasta 10 animales, emiten chillidos agudos para mantener contacto y ladridos parecidos a los de cachorros cuando persiguen a sus presas. Se alimentan principalmente de grandes roedores de los bosques como los agutíes y pacas, pero en un sitio en Brasil comían principalmente armadillos. Fieros para su tamaño, una vez fue visto un grupo de seis persiguiendo a un tapir, un animal casi 20 veces el peso de un perro de monte. Aunque activos durante el día, son notablemente difíciles de ver y muy rara vez se reportan incluso cuando se sabe que se encuentran en el área.
Las cámaras trampa digitales, que toman fotos automáticamente cuando sus sensores infrarrojos detectan el calor del cuerpo de un animal, se utilizan en muchos estudios de la fauna. Estas se establecieron como parte de los inventarios de otros mamíferos, incluyendo jaguares. Las cámaras fortuitamente tomaron fotos de perros de monte en cuatro sitios que van desde Cerro Pirre cerca de la frontera con Colombia en el este de Panamá, al Parque Nacional de Santa Fe en la parte occidental del país. Para dar una idea de la dificultad de estudiar la especie, en sólo 11 ocasiones se obtuvieron fotos de más de casi 32 mil días que la cámara estuvo funcionando (el número de cámaras, multiplicado por el número de días que estaban en funcionamiento).
El artículo informa de avistamientos de perros de monte de cinco sitios adicionales, incluyendo Fortuna, al oeste de Santa Fe, que muestra que la especie se encuentra en un hábitat adecuado en casi todo Panamá. Panamá es el único país de América Central, donde la especie se puede encontrar, aparte de unos pocos avistamientos no confirmados más al oriente de Costa Rica cerca de la frontera con Panamá. "Creemos que pronto cruzará la frontera con Costa Rica", comentó Moreno.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha estimado que la población de perros de monte se ha reducido hasta en un 25 por ciento en los últimos 12 años, y lo ha clasificado como una especie "casi amenazada" a nivel mundial. A diferencia de otros carnívoros en Panamá, como el jaguar, el puma y el coyote, los perros de monte no parecen ser perseguidos directamente por los humanos. Las principales amenazas son la pérdida de hábitat y la usurpación--15 por ciento de los bosques de Panamá se perdieron entre 1990 y 2010. Los perros de monte tienen áreas de distribución muy grandes para animales de su tamaño, tanto como 270 millas cuadradas, y pueden requerir grandes extensiones de bosque para sobrevivir. Otras amenazas incluyen la reducción de la abundancia de sus presas de caza por los humanos y la exposición a enfermedades transmitidas por perros utilizados por los cazadores.
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Este estudio se llevó a cabo con el permiso y el apoyo logístico del Ministerio de Ambiente de Panamá (MIAMBIENTE).