Un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences desvela uno de los enigmas relacionados con el comportamiento social del gorila occidental de llanura (Gorilla gorilla gorilla) en el corazón de la selva ecuatorial africana. Estos primates presentan una estructura social dinámica los individuos suelen realizar cambios frecuentes entre familias con un alto nivel de tolerancia y de convivencia pacífica entre sus miembros. Así lo constata el artículo, en el que participan los expertos José Domingo Rodríguez Teijeiro, Magdalena Bermejo, Guillem Molina Vacas, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio).
Según los autores, este comportamiento social ha podido jugar un papel importante en la historia evolutiva de la especie, facilitando el intercambio de información y una mejor explotación de los recursos tróficos. Sin embargo, esta misma dinámica social también habría agravado el impacto de algunas enfermedades infecciosas en la población de gorilas, alertan los expertos. En este contexto, los brotes epidémicos del virus del Ébola, que afectaron a los primates del Congo entre 2002 y 2004, llegaron a causar la desaparición del 95 % de la población de este gran simio, provocando que la especie se encuentre actualmente en peligro crítico de desaparición según la Lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
En el nuevo estudio, realizado en la selva de Ngaga de la República del Congo, también participan German Illera (Great Apes Conservation/Research Odzala-Lossi y SPAC gGmbH , República del Congo), Giovanni Forcina, Rubén Bernardo Madrid, Eloy Revilla y Carles Vilà (Estación Biológica de Doñana, EBD-CSIC), y otros expertos de la Universidad de Rennes (Francia).
Tras la pista del gorila de llanura en el corazón de la selva
La ecología y el comportamiento del gorila occidental de llanura en el interior de las impenetrables selvas ecuatoriales era una incógnita hasta ahora. Desde que se iniciaron los primeros estudios científicos sobre estos primates, se sabía que existían diferencias considerables en el comportamiento de los dos grandes simios africanos: el gorila occidental de llanura (Gorilla gorilla gorilla) un habitante de las frondosas selvas que rodean la cuenca del río Congo y el gorila de montaña (Gorilla gorilla beringei), un primate mejor estudiado en las laderas volcánicas del Rift africano. Actualmente, la caza, el comercio de especies, la pérdida del hábitat natural, los conflictos armados y las epidemias ponen en riesgo extremo la supervivencia de las poblaciones salvajes de estos primates, que comparten más del 98 % del material genético con la especie humana.
Frente a las agresivas y poco frecuentes interacciones entre las familias del gorila de montaña, en el caso del gorila occidental de llanura se sabía que los encuentros entre los miembros de las familias eran muy frecuentes y de carácter pacífico. Sin embargo, debido a la baja visibilidad en el interior de las selvas, los gorilas occidentales de llanura se habían estudiado sobre todo en los bais, unos característicos claros en la selva que son el punto de encuentro de las familias de esta especie para alimentarse de plantas ricas en sales minerales.
En el marco del estudio, los expertos han realizado un seguimiento científico durante cinco años a tres familias de gorila occidental de llanura en el mismo corazón de la selva congoleña. Según las conclusiones, los encuentros entre individuos de diferentes familias son bastante frecuentes y de carácter pacífico, de manera que sus individuos suelen alimentarse y jugar juntos sin mostrar signos de agresión. En el plano metodológico, los expertos han perfilado una imagen de la estructura social y de las relaciones de parentesco de más de 120 gorilas mediante los análisis genéticos de muestras de heces tanto de familias como de individuos solitarios recogidas durante cuatro meses en la selva de Ngaga.
Una estructura social dinámica sin registros de infanticidios
Los datos revelan que las familias tienen una estructura social dinámica en la que los individuos suelen realizar cambios frecuentes entre grupos familiares. Los individuos jóvenes se encuentran a menudo fuera de sus propias familias y se integran temporalmente en grupos familiares en los que no existen parientes cercanos. Este comportamiento social podría estar asociado a la falta de registros de infanticidio en esta especie, subrayan los expertos.
La nueva investigación muestra la imagen de una sociedad modular caracterizada por la existencia de vínculos fuertes que no impiden a su vez la transferencia de individuos entre familias diferentes y un alto nivel de tolerancia entre los miembros que las componen. Los resultados de este estudio muestran la importancia de complementar in situ los estudios de monitoreo con los análisis genéticos no invasivos para descubrir la estructura y la dinámica social en especies animales poco accesibles. En paralelo, las conclusiones remarcan también la importancia del comportamiento social en la transmisión de enfermedades y en la planificación de estrategias de conservación efectivas a largo plazo.
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