El canto de los rorcuales comunes -una de las llamadas animales más fuertes del océano- se puede usar como fuente sísmica para sondear la estructura de la corteza terrestre en el fondo marino, informan los investigadores. Si bien este novedoso método produce resultados de menor resolución en comparación con las señales de pistola de aire de alta energía comúnmente usadas en los estudios sísmicos en el océano, las abundantes llamadas de rorcual común disponibles a nivel mundial podrían complementar y mejorar los estudios sísmicos allí donde las técnicas convencionales no pueden usarse. El sondeo de la estructura de la corteza oceánica a menudo requiere potentes ondas sísmicas. El modo más común de obtenerlas es mediante pistolas de aire a bordo de barcos, que generan pulsos explosivos a un alto nivel de decibelios. Si bien son efectivas, estas explosiones se encuentran entre los sonidos más fuertes producidos por el hombre en el océano y son potencialmente dañinas para la vida marina. Sin embargo, los cantos de los rorcuales comunes, que pueden llegar a ser tan fuertes como el ruido de barcos grandes y durar horas, se producen en frecuencias que se sabe que viajan bien a través del fondo del océano y, a menudo, son capturadas por los sismómetros de fondo oceánico (SFO) que se utilizan para registrar y monitorizar la actividad sísmica. En esta ocasión, Václav Kuna y John Nábelek demuestran que las grabaciones de los SFO no solo capturan los cantos de estas ballenas, sino que las poderosas ondas sonoras que producen los cantos reverberan y refractan a través de las capas de roca situadas bajo la estación sismológica. Kuna y Nábelek analizaron un total de seis cantos de rorcual común grabados por estaciones de SFO frente a la costa de Oregón y encontraron que podían usar las señales para delimitar el espesor y la velocidad sísmica del sedimento oceánico y el sustrato basáltico, así como la velocidad de las ondas P en la corteza inferior por debajo de las estaciones. "De manera más general, nuestro estudio demuestra que las vocalizaciones de los animales son útiles no solo para estudiar a los propios animales, sino también para investigar el entorno en el que habitan", escriben los autores. Para los periodistas interesados en tendencias, un artículo de Review publicado en Science en 2020 abordó cómo el rápido cambio del paisaje sonoro de los océanos modernos afecta a la vida marina en todo el mundo. https://science.sciencemag.org/cgi/doi/10.1126/science.aba4658
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