El calentamiento global modificará la distribución y la abundancia de peces en todo el mundo, con efectos en la estructura y la dinámica de las redes alimentarias. Sin embargo, hacer predicciones precisas sobre las consecuencias de este fenómeno global es muy complicado sin una amplia perspectiva histórica.
Un estudio de la Universidad de Barcelona y el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET, Argentina) ha analizado los efectos potenciales del calentamiento de las aguas marinas en la distribución de la merluza argentina (Merluccius hubbsi). La investigación se basa en el estudio de la estructura de los ecosistemas marinos de entre 6.000 y 5.000 años atrás, cuando las temperaturas eran más cálidas que las actuales. Los resultados muestran que esta especie podría expandirse hacia el sur y acercarse a la costa del extremo meridional de Sudamérica, tal y como hizo durante ese periodo del pasado. Según los investigadores, esta aproximación permite hacer predicciones sobre las transformaciones que provocará el cambio climático en el medio marino, alteraciones con importantes implicaciones ecológicas y económicas.
El trabajo, publicado en la revista Oecologia, forma parte de la tesis doctoral de la investigadora Maria Bas, miembro del CADIC-CONICET y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona. La tesis, ya finalizada, está codirigida por el profesor Lluís Cardona, del Grupo de Investigación de Grandes Vertebrados Marinos del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Biologíay del IRBio, y por Ivan Briz i Godino, experto del CADIC-CONICET. En el trabajo también han participado las universidades de York (Reino Unido) y de la Columbia Británica (Canadá).
El Holoceno medio, una visión plausible del futuro
Los investigadores se centraron en la costa atlántica de la Isla Grande de Tierra del Fuego, situada en el extremo sur de Argentina, donde la merluza es una especie clave para las pesquerías industriales. Allí recogieron muestras de dos yacimientos arqueológicos fechados en el Holoceno medio, es decir, hace entre 6.000 y 5.000 años, periodo en el que la temperatura habría sido análoga a la del mundo futuro al que nos dirigimos, según predicen los modelos climáticos. «Los restos de peces que vivían en los periodos más cálidos del Holoceno son especialmente interesantes, ya que ofrecen una visión plausible del futuro en el contexto del calentamiento global. Actualmente, la temperatura media anual de la superficie del mar de Tierra del Fuego es de unos 7 °C, pero durante el Holoceno medio llegó hasta los 11 y 12 °C. Por lo tanto, los datos sobre la biología de la merluza durante ese período pueden informar sobre la distribución de esta especie en un futuro cercano», explican los autores.
La presencia de restos de ejemplares de merluza en el yacimiento arqueológico de Río Chico 1, situado en el norte de Tierra del Fuego (Argentina), demuestra la existencia de una enorme población costera de merluza al noreste de Tierra del Fuego durante el Holoceno medio. Esta población, de cuyo hábitat no se sabía mucho, despareció por el enfriamiento de las temperaturas que se produjo en épocas posteriores.
Cambios en la distribución de la merluza argentina
Para averiguar cómo era el hábitat de estos peces, el primer paso de la investigación fue identificar sus restos mediante el análisis del ADN mitocondrial y hacer una reconstrucción de la talla de los ejemplares antiguos. Después, los investigadores utilizaron la técnica de análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno para estudiar los cambios en la posición trófica de la especie y su uso del hábitat a lo largo del tiempo. Esta técnica permite obtener datos sobre los alimentos consumidos, y por tanto del entorno, de las especies que han vivido en un pasado reciente, ya que dicha información queda registrada en la señal isotópica de los huesos.
Los resultados demuestran que las merluzas argentinas que habitaron la costa atlántica de Tierra del Fuego durante el Holoceno Medio tenían un nicho isotópico más amplio que las actuales y se alimentaban habitualmente en hábitats más costeros. «Esta información, combinada con la de los fuertes vientos y corrientes en esta región, y junto con la de ausencia de tecnología de vela durante el Holoceno medio, sugiere que es probable que grupos de cazadores-pescadores-recolectores aborígenes capturaran las merluzas en la orilla», explican los autores.
Si las condiciones ambientales de un mundo más cálido coinciden con lo que prevaleció en el Holoceno medio, la merluza argentina podría llegar a ser más abundante en la plataforma continental argentina de Tierra del Fuego. «Desde el punto de vista pesquero, esta situación indica un incremento potencial de los recursos en aguas de poca profundidad frente a Tierra del Fuego, con importantes cambios en la industria pesquera de la región», destaca Lluís Cardona. Según los investigadores, esta metodología puede utilizarse con otras especies y zonas del mundo. «En el futuro nos gustaría saber qué cambios ha habido en la distribución y el nicho ecológico de la merluza y el bacalao en aguas europeas», concluye Cardona.
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Oecologia