Mientras que algunas moscas de la fruta deambulan sin rumbo, otras prefieren caminar por un camino recto y estrecho. El origen de estas peculiaridades conductuales en las moscas individuales puede ser producto de una variación aleatoria en la forma en que se conectan los circuitos neuronales durante el desarrollo del cerebro, según un nuevo estudio en moscas de la fruta a las que se proporcionan "líneas para caminar". Sus autores afirman que el caos inherente al desarrollo neurológico normal es clave para generar diversidad de comportamiento en una población genéticamente similar, y que pueden existir mecanismos similares en otras especies, incluidos los humanos. Gran parte de nuestra comprensión sobre los orígenes de la individualidad conductual en los animales está dominada por el paradigma de la "naturaleza" (el genoma heredado como impulsor de las consecuencias) frente a "crianza" (la experiencia y el entorno como impulsores). Sin embargo, en casi todos los animales las idiosincrasias conductuales únicas son tan comunes como la variación natural del desarrollo en la anatomía del cerebro, incluso entre individuos genéticamente idénticos. Todavía no se ha explorado si las diferencias individuales en el desarrollo del cerebro predicen los comportamientos de los individuos. Linneweber y sus colegas describen un origen de desarrollo neurológico no heredable para la individualidad conductual en las moscas de la fruta Drosophila. Cuando se les proporcionan líneas que seguir, algunas moscas libres para caminar tienden a seguir caminos más estrechos, mientras que otras deambulan. En esta ocasión, Linneweber et al. muestran cómo la variación individual en el modo en que se conecta un conjunto de neuronas del sistema visual llamadas neuronas del cúmulo dorsal (NCD) lleva a la aparición de la individualidad en el comportamiento de caminar en línea de una mosca. La variación aleatoria en el desarrollo del NCD da como resultado una asimetría del circuito cerebral única para cada mosca que influyó significativamente en su comportamiento. Los resultados revelan que las moscas con conexiones en NCD más asimétricas fueron más capaces de orientarse hacia la línea y, por lo tanto, exhibieron comportamientos con mayor tendencia a caminar en línea recta. El trabajo establece un vínculo entre la variación neuronal aleatoria y la individualidad del comportamiento animal.
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