El acto más grande y sistemático de violencia de masas inducida por un estado, el Holocausto, es recientemente una cuestión de interés por parte de la ciencia política, en cuanto a efectos a largo plazo sobre actitudes y comportamientos políticos. Hasta ahora los análisis se habían centrado en el impacto de esta proximidad con respecto a la redistribución de riquezas y bienes, pero no en términos de comportamiento electoral.
En el marco de la conmemoración este año 2020 del 75 aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis, se ha hecho público un estudio que analiza la relación entre la proximidad a antiguos campos de concentración y el voto a partidos de extrema derecha en las dos últimas elecciones federales en Alemania.
Toni Rodon, investigador del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF y miembro del Grupo de Investigación en Instituciones y Actores Políticos, junto con Julian M. Hoerner y Alexander Jaax, de la London School of Economics and Political Science (LSE), son los autores de la investigación, que se publicó a finales de 2019 en la revista Research&Politics. "En nuestro trabajo encontramos que la proximidad a un antiguo campo de concentración está asociada a una mayor proporción de votos a partidos de extrema derecha", afirman los autores.
En su estudio, los investigadores sostienen que si bien ha habido un consenso sobre la responsabilidad alemana y la centralidad del Holocausto para la historia del país, últimamente esta perspectiva se está poniendo en duda. "Creemos que el caso alemán nos puede explicar muchas cosas sobre la dinámica del impacto a largo plazo de la violencia de masas y su interacción con la competencia entre los partidos políticos para dar forma a la memoria colectiva", afirman.
Relación entre la proximidad a los campos de concentración y apoyo a la extrema derecha
El estudio analizó el porcentaje de votos obtenidos en las elecciones federales alemanas de 2013 y 2017 de los partidos de extrema derecha siguientes: TheNationaldemokratischeParteiDeutschlands (NPD), Die Rechte y Die Republikanerand Pro Deutschland. También se estudió el partido AlternativefuerDeutschland (AFD), que ha evolucionado, desde su fundación en 2013 como partido liberal-conservador, hacia posiciones más derechistas, donde el ala más radical del partido se ha mostrado contraria a la cultura de la memoria de Alemania.
En este sentido, se ejecutaron dos modelos separados de estudio, uno sin el AFD y el otro que tenía en cuenta su cuota de voto, con el fin de evaluar si la aparición y transformación del partido en el sistema alemán tenía impacto en los resultados.
Los datos electorales se agruparon a nivel de "Gemeinde", la división administrativa más pequeña del gobierno local con estatus corporativo y poderes de autogobierno en Alemania. A continuación, el artículo analiza la relación entre la fuerza electoral de la extrema derecha y la ubicación de todos los antiguos campos de concentración, construidos entre 1933 y 1945 y dispersos por todo el territorio, pero especialmente situados en Alemania del Este.
Tanto en las elecciones de 2013 como las de 2017, el artículo encuentra que estar cerca de un campo de concentración está asociado con un apoyo más fuerte a la derecha radical. Sin embargo, en 2017, cuando no se incluía en el estudio los votos de la AFD, esta relación deja de ser significativa. Este patrón, según los investigadores, se puede explicar por la capacidad de este partido para concentrar la mayoría del apoyo de los votantes de extrema derecha, sobre todo en la transformación de su retórica, que ponía en duda explícitamente la cultura de la memoria de Alemania.
Según el modelo del estudio, por ejemplo, en la parte de Alemania Occidental, en lugares situados cerca de un campo de concentración (200 metros), la derecha radical recibió un apoyo de entre 0.4 y 0.7 puntos más elevado que en zonas a un kilómetro de distancia.
"Efecto de resiliencia" versus "efecto de saturación"
Una hipótesis inicial de los investigadores, y que finalmente no se confirmó, era que la proximidad espacial a un lugar de memoria histórica, como son los antiguos campos de concentración, hacía que los electores que vivían cerca tendrían menos probabilidades de votar un partido de este tipo, por la llamada "hipótesis de resiliencia".
Recordar constantemente las consecuencias y la extensión de los crímenes alemanes puede hacer que los electores se resistan a cualquier intento de minimizar o normalizar los delitos nazis. La experiencia histórica se puede convertir en una memoria compartida transmitida por generaciones, provocando aversión a la política de extrema derecha y cualquier intento de minimizar los crímenes.
Sin embargo, según los autores, las revelaciones sobre las transgresiones en un grupo también pueden provocar respuestas defensivas y minimizar la complicidad, en lo que se denomina "hipótesis de saturación", un concepto psicológico que hace referencia al fenómeno que la exposición repetida a un estímulo semántico, en este caso encarnado por los campos de concentración antiguos como lugares de memoria, debilita la reacción y la receptividad de un sujeto. "Los individuos enfrentados reiteradamente a transgresiones dentro de un grupo se vuelven más receptivos a las narraciones alternativas, en un proceso de disonancia cognitiva", afirman los autores.
En este sentido, los investigadores descubrieron que esta "saturación de la memoria" sólo se daba en Alemania Occidental, donde el marco de contrición era mucho más dominante en el discurso político, en comparación con la Alemania Oriental. "Este hallazgo demuestra que la magnitud del efecto de proximidad a un antiguo campo de concentración depende de la fuerza de los líderes políticos que desafían la cultura de la memoria prevalente", concluyen los investigadores.
Trabajo de referencia: Julian M. Hoerner, Alexander Jaax, Toni Rodon (diciembre de 2019). "The long-term impact of the location of concentration camps on radical-right voting in Germany". Politics&Research. https://doi.org/10.1177/2053168019891376
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Research & Politics