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Vamos de caza, pero con cuidado de los riesgos cardíacos

La American Heart Association afirma que ir de caza de forma segura implica ser consciente del posible aumento del riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral mientras se camina por el bosque

Business Announcement

American Heart Association

DALLAS, 3 de diciembre de 2024 — La emoción de capturar un gran ciervo o un pavo puede hacer sonreír a cualquier cazador. Pero el esfuerzo de arrastrar ese trofeo de vuelta al campamento podría provocar un ataque al corazón o un derrame cerebral, según la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón), que celebra un siglo de servicio salvando vidas como la principal organización sin ánimo de lucro del mundo centrada en la salud del corazón y el cerebro para todos.

“Muchas personas ven en la caza una forma de relajarse y estar en contacto con la naturaleza y, si se goza de buena salud y condición física, puede ser una opción estupenda para hacer ejercicio al aire libre. Sin embargo, para muchos cazadores, el esfuerzo adicional, las temperaturas más frías e incluso la emoción de la caza pueden convertirse en una combinación mortal”, afirmó el Dr. Eric Lavonas, voluntario de la American Heart Association y profesor de Medicina de Urgencias en la Universidad de Colorado. “Todos los años, y como ya hemos visto en los titulares hace poco, hay cazadores que sufren ataques al corazón o derrames cerebrales mientras están en el bosque. Es muy importante reconocer los síntomas y poder actuar con rapidez”.

Paul Murphy, voluntario de la American Heart Association en Blacksburg, Virginia, sabe lo afortunado que es por haber salido con vida del bosque en una excursión de caza con su hermano hace unos años. Paul cazó un ciervo de 10 puntas y, juntos, los hermanos pudieron sacarlo del bosque y llevarlo hasta su camioneta. Poco después, Paul empezó a sentirse mal.

“Le dije a mi hermano que algo no estaba bien”, afirmó Murphy. “No me dolía el pecho, pero me sentía muy mal”.

Como seguía sin sentirse bien y se despertó con náuseas y vómitos unos días después, decidió ir al médico. Una serie de pruebas determinaron que Murphy había sufrido muy recientemente un ataque al corazón, y es probable que fuera eso lo que estaba pasando cuando salió del bosque.

“Algunos ataques al corazón son repentinos e intensos. Pero la mayoría empiezan poco a poco, con dolor o molestias leves. Es importante conocer todas las señales, incluso las que no son habituales, prestar atención a nuestro cuerpo y llamar al 911 si experimentamos alguno de estos síntomas”, señaló Lavonas.

Los síntomas de un ataque al corazón son:

  • Molestias en el pecho. La mayoría de los ataques al corazón implican molestias en el centro del pecho que duran más de unos cuantos minutos o pueden desaparecer y regresar después. Puede sentirse como una presión incómoda, opresión, sensación de hinchazón o dolor.
  • Molestias en otras zonas de la parte superior del cuerpo. Los síntomas pueden incluir dolor o molestias en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
  • Dificultad para respirar. Puede presentarse con o sin molestias en el pecho.
  • Otras señales. Otras posibles señales son el sudor frío, las náuseas o el mareo.

Preste atención a las siguientes señales para identificar un derrame cerebral:

  • Rostro caído: ¿Un lado de la cara está caído o entumecido? Pida a la persona que sonría. ¿La sonrisa de la persona es irregular?
  • Debilidad en un brazo: ¿Un brazo está débil o entumecido? Pida a la persona que levante ambos brazos. ¿Un brazo se desvía hacia abajo?
  • Dificultad en el habla: ¿Habla arrastrando las palabras?
  • Momento de llamar al 911
  • Otras señales pueden ser: entumecimiento o debilidad en la cara, brazo o pierna, sobre todo en un lado del cuerpo; confusión, dificultad para hablar o entender el habla; dificultad para ver con uno o ambos ojos; dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación o un fuerte dolor de cabeza sin causa conocida

Murphy acabó siendo operado para eliminar una obstrucción del 100 % en el corazón, aunque no había experimentado ningún síntoma de alarma.

“Mi médico me dijo que yo era una de las víctimas de infarto más sanas que había visto y supuso que debía de ser genético. Me di cuenta de que muchos miembros de mi familia habían sufrido ataques al corazón, por lo que mi genética podría haber sido un factor importante”, explicó. “El esfuerzo que hice en la cacería fue más de lo que mi corazón podía aguantar”.

“Los ataques al corazón y los derrames cerebrales le pueden ocurrir incluso a personas que parecen estar en buena forma física”, dijo Lavonas. “Es importante escuchar al cuerpo, tomar descansos si es necesario y tener un plan en caso de emergencias. Nunca vaya a cazar por su cuenta si es posible y, si no dispone de cobertura de telefonía móvil, utilice walkie-talkies para mantenerse en contacto con su grupo de caza. Reconocer las señales de alarma y buscar ayuda inmediata es fundamental”.

Según Lavonas, lo ideal sería seguir un régimen de ejercicio y someterse a un buen chequeo médico antes de la temporada de caza. Sin embargo, es posible que muchos cazadores no piensen con antelación en prepararse físicamente para el esfuerzo que la caza puede suponer para el organismo, sobre todo para el corazón. Las temperaturas más frías de la temporada de caza pueden hacer que los vasos sanguíneos se contraigan. Rastrear presas puede implicar caminar o correr mucho, a menudo por terrenos irregulares. La emoción de ver y establecer un objetivo puede liberar hormonas que aumentan la presión sanguínea y aceleran el ritmo cardíaco. Luego, el trabajo de arrastrar un animal por el bosque puede dejar sin aliento incluso al cazador más en forma.

Llevar a una persona al hospital lo antes posible en caso de ataque al corazón o derrame cerebral es fundamental para garantizar que reciba la medicación y el tratamiento necesarios para salvarle la vida. Si llamar al 911 no es una opción en el bosque, también puede ayudar saber de antemano dónde está el hospital más cercano a la zona de caza.

Lavonas también insta a los cazadores a que aprendan RCP solo con las manos por si alguno de sus compañeros sufre un paro cardíaco. Un paro cardíaco se diferencia de un ataque al corazón en que el corazón deja de latir de repente, a menudo sin previo aviso. Las señales de un paro cardíaco son:

  • Pérdida repentina de capacidad de respuesta: La persona no responde, aunque se le toquen fuerte los hombros o se le pregunte en voz alta si está bien. La persona no se mueve, no habla, no parpadea ni reacciona.
  • No hay respiración normal: La persona no respira o solo jadea.

En caso de un paro cardíaco, los segundos cuentan. Llame al 911, inicie las maniobras de RCP de inmediato y continúe hasta que lleguen los servicios médicos de emergencia profesionales.

“Aprender RCP solo con las manos es una de las mejores habilidades que puede tener cualquier cazador. La American Heart Association ofrece muchas clases locales de RCP, e incluso si no ha tomado una clase formal, todavía puede salvar una vida. Son dos sencillos pasos: llamar al 911 y realizar compresiones fuertes y rápidas en el centro del pecho”, explicó Lavonas. “Aunque la caza puede ser una actividad muy agotadora, tomar algunas precauciones y estar preparado puede hacer que la experiencia sea mucho más segura”.

“Lo más importante que quiero que la gente se lleve de mi historia es que cuando salga a cazar o a hacer cualquier cosa que le suponga un esfuerzo mayor del que realiza normalmente, preste atención a su cuerpo”, dijo Murphy. “Si su nivel de actividad normal no es este, sea prudente: no se deje llevar por la euforia del momento ni exija a su cuerpo más de lo que puede”.

Más información sobre ataques al corazón y derrames cerebrales, junto con consejos de salud preventiva en heart.org.

Recursos adicionales:

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Acerca de la American Heart Association

La American Heart Association es una fuerza incansable cuyo objetivo es prolongar la vida y la salud de todos. Nos dedicamos a garantizar la igualdad en materia de salud en todas las comunidades. A través de la colaboración con numerosas organizaciones y el impulso de millones de voluntarios, financiamos investigaciones innovadoras, defendemos la salud pública y compartimos recursos para salvar vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente de información sobre salud líder durante un siglo. Durante 2024, el año de nuestro centenario, celebraremos 100 años de historia y logros relevantes. Mientras nos preparamos para el segundo siglo de descubrimiento e impacto, nuestra visión es promover la salud y la esperanza para todos, en todo el mundo. Póngase en contacto con nosotros en heart.orgFacebookX o llamando al 1-800-AHA-USA1.    


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