News Release

Experimentar síntomas "similares a los de un ataque o derrame cerebral" puede ser más traumático que un ataque o derrame cerebral real

Conferencia Internacional sobre el ataque cerebral de la American Stroke Association 2024, cartel de resúmenes WP35

Reports and Proceedings

American Heart Association

Puntos destacados de la investigación:

  • Un mes después de la evaluación hospitalaria por síntomas similares a los de un ataque cerebral, las personas cuyos síntomas se atribuyeron a otra afección tenían tres veces más probabilidades de sufrir un mayor riesgo de trastorno de estrés postraumático (TEPT) que las personas diagnosticadas de un ataque o derrame cerebral confirmado.
  • Saber que la experiencia de ser evaluado por un ataque o derrame cerebral puede ser en sí misma traumática puede ayudar a los profesionales sanitarios a reconocer los síntomas del TEPT y a poner en contacto rápidamente a las personas con los recursos adecuados.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a.m. CT/5 a. m. ET del jueves, 1 de febrero de 2024

DALLAS, 1 de febrero de 2024 — Las personas que han sufrido lo que se denomina imitadores del ataque o derrame cerebral pueden tener incluso más probabilidades de desarrollar un trastorno de estrés postraumático (TEPT) que las que han sufrido un ataque o derrame cerebral confirmado, según una investigación preliminar que se presentará en la Conferencia Internacional sobre el ataque cerebral de la American Stroke Association. La reunión se celebrará en Phoenix, del 7 al 9 de febrero, y es el principal encuentro mundial de investigadores y profesionales sanitarios dedicados a la ciencia del ataque o derrame cerebral y la salud cerebral.

Los imitadores del ataque o derrame cerebral son afecciones con síntomas que reflejan los de un ataque o derrame cerebral, como entumecimiento, debilidad, dificultad para hablar, cambios en la visión, dolor de cabeza, mareos o inestabilidad al andar.

"Los imitadores del ataque o derrame cerebral sí importan. Como profesionales sanitarios, es posible que nos apresuremos a descartar el diagnóstico menos peligroso para la vida de un paciente, como la migraña o el vértigo. Sin embargo, estos pacientes pueden experimentar una angustia psicológica significativa, lo que puede aumentar su riesgo de una peor salud cardiovascular", señaló la autora principal del resumen, Melinda Chang, M.S., A.N.P.-B.C., enfermera investigadora del Centro de Salud Cardiovascular Conductual del Columbia University Irving Medical Center en Nueva York. "Saber que ser evaluado por un ictus en un servicio de urgencias puede ser en sí mismo una experiencia traumática para muchas personas puede ayudar a los profesionales sanitarios a reconocer los síntomas del TEPT y a poner en contacto rápidamente a los pacientes con los recursos adecuados".

Los investigadores analizaron los datos sanitarios de 1,000 personas adultas (edad media de 62 años; 51% mujeres) que recibieron atención en el servicio de urgencias de un hospital por sospecha de ataque o derrame cerebral. Durante la hospitalización, los pacientes completaron una encuesta sobre el TEPT, y un neurólogo (sin conocimiento de las puntuaciones del TEPT) revisó sus historias médicas para proporcionar un diagnóstico médico como: ataque o derrame cerebral causado por un coágulo o hemorrágico; ataque isquémico transitorio o AIT, a veces llamado ataque o derrame cerebral de advertencia; o imitador de ataque o derrame cerebral.

Los imitadores más comunes del ataque o derrame cerebral observados fueron la migraña y otros dolores de cabeza, la neuropatía periférica o craneal (debilidad, entumecimiento o dolor causados por daños en los nervios) y el vértigo periférico (mareo y sensación de dar vueltas causados por factores externos al cerebro).

Los investigadores observaron:

  • Tras ajustar varios factores, como la edad, el sexo, el origen étnico, la gravedad de los síntomas similares al ataque o derrame cerebral, el TEPT previo y el grado de discapacidad al recibir el alta hospitalaria, el riesgo de padecer TEPT un mes después del alta fue tres veces mayor en las personas con un imitador de ataque o derrame cerebral que en las que habían sufrido un ataque o derrame cerebral confirmado.
  • En concreto, se detectaron síntomas elevados de TEPT en el 15% de las personas diagnosticadas de imitador de ataque o derrame cerebral; por el contrario, únicamente se detectaron síntomas de TEPT en el 6% de las personas diagnosticadas de derrame cerebral y en el 5,5% de las diagnosticadas de AIT.
  • Las personas que padecían TEPT antes de la hospitalización tenían diez veces más riesgo de presentar también síntomas elevados de TEPT un mes después del alta.   

"Los especialistas en ataques o derrames cerebrales suelen considerar los imitadores de ataques o derrames cerebrales como menos graves que un ataque o derrame cerebral confirmado, por lo que no esperábamos que los pacientes con imitadores de ataques o derrames cerebrales tuvieran un mayor riesgo de padecer TEPT en el seguimiento de un mes", señaló Chang. "Sin embargo, los neurólogos de nuestro equipo han observado que los pacientes con imitadores del ataque o derrame cerebral pueden sufrir una angustia significativa por sus afecciones similares al ataque o derrame cerebral, por lo que nuestros hallazgos respaldan estas experiencias clínicas".    

Según los investigadores, se necesitan más estudios para explorar los posibles factores que contribuyen al mayor riesgo de TEPT en las personas con imitadores del ataque o derrame cerebral, incluyendo la propia evaluación u hospitalización del ataque o derrame cerebral, la falta de certeza sobre su diagnóstico o la falta de un tratamiento estandarizado para las personas con este diagnóstico.

"Es importante que las personas a las que se diagnostica un ataque o derrame cerebral sepan que no están solas si experimentan reviviscencias, alteraciones del sueño o se sienten nerviosas tras el episodio médico. Deben sentirse cómodas y con la capacidad de informar a su equipo médico de cualquier síntoma preocupante para que puedan obtener la ayuda que necesitan", explicó Chang.

Detalles y antecedentes del estudio:

  • Esta investigación formó parte del estudio ReACH Stroke (Reacciones a la atención aguda y hospitalización – Impacto del TEPT en el riesgo cardiovascular en supervivientes de ataque o derrame cerebral y accidente isquémico transitorio), financiado por el National Heart, Lung, and Blood Institute y llevado a cabo en el Irving Medical Center de la Universidad de Columbia entre junio de 2016 y marzo de 2022.
  • Entre los participantes en el estudio, se confirmó que aproximadamente el 60% había sufrido un ataque o derrame cerebral, el 8% tuvo un AIT y el 27% experimentó un imitador de ataque o derrame cerebral. La información médica no era clara o no se disponía de ella en el 5% restante de los participantes.
  • Los pacientes completaron la lista de comprobación del TEPT para el DSM-5, una herramienta de selección estándar para identificar síntomas de TEPT en el último mes. La lista de comprobación se completó en el momento de la inscripción y se repitió aproximadamente un mes después del alta para determinar si los pacientes habían desarrollado un probable TEPT.

"Creo que la mayoría de los profesionales sanitarios asumen que los pacientes se sentirían aliviados al saber que no han sufrido un ataque o derrame cerebral. Este estudio pone de manifiesto el impacto psicológico de un imitador de ataque o derrame cerebral o un AIT. Existen numerosas explicaciones posibles para el TEPT experimentado tras un imitador de ataque o derrame cerebral o un AIT. Una explicación podría ser que después de un ataque o derrame cerebral, los pacientes reciben educación sobre lo sucedido y lo que pueden esperar y reciben más servicios y apoyo; sin embargo, se proporciona menos educación después de un imitador de ataque o derrame cerebral o un AIT. Esto puede provocar miedo a lo desconocido y el posible temor a un acontecimiento futuro", afirma la experta voluntaria de la American Stroke Association Amytis Towfighi, M.D., FAHA, profesora asociada de neurología, directora de Servicios neurológicos del Departamento de Servicios de Salud del condado de Los Ángeles y de la Beca James & Dorothy Williams, y catedrática de neurología y ciencias de la salud pública y de la población del Centro de medicina Keck de la Universidad del Sur de California. "Deberíamos estudiar este fenómeno con más detalle para determinar cómo diseñar intervenciones eficaces para apoyar a nuestros pacientes".

Las limitaciones del estudio incluyen el uso de síntomas autoinformados en lugar de una evaluación de un profesional médico para el diagnóstico del TEPT. Estos resultados, aunque basados en un grupo diverso de personas, se recogieron en un único centro médico académico urbano y pueden no ser extrapolables a las personas que viven en otras comunidades o que reciben atención en otros centros sanitarios.

Los coautores, las divulgaciones y las fuentes de financiación se enumeran en el resumen.

Las afirmaciones y conclusiones de los estudios se presentan en los encuentros científicos de la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) son exclusivas de los autores del estudio y no reflejan necesariamente la política ni la posición de la Asociación. La Asociación no ofrece garantía de ningún tipo de su exactitud o fiabilidad. Las sinopsis que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no han sido revisadas por homólogos, sino que se han seleccionado por paneles de revisión independientes y se toman en consideración con base en su potencial para contribuir a la diversidad de los asuntos y puntos de vista científicos que se debatieron en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como artículos completos en publicaciones científicas revisadas por homólogos.

La Asociación recibe financiación de personas particulares principalmente; además, distintas fundaciones y empresas (incluidas compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) realizan donaciones y financian eventos o programas específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las compañías farmacéuticas y de biotecnología, los fabricantes de dispositivos y los proveedores de seguros de salud y la información financiera general de la Asociación están disponibles aquí.

Recursos adicionales:

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Acerca de la American Stroke Association

La American Stroke Association se dedica a salvar a las personas del ataque o derrame cerebral, la segunda causa de muerte en el mundo y una de las principales causas de discapacidad grave. Nuestro equipo está formado por millones de voluntarios para financiar la investigación innovadora, luchar por una política de sanidad pública más fuerte y proporcionar herramientas e información que salvan vidas para evitar y tratar el ataque o derrame cerebral.  La Asociación, con sede en Dallas, se creó oficialmente en 1998 como una división de la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón). Para obtener más información o participar, llame al 1-888-4STROKE o visite stroke.org. Síganos en FacebookX.


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