Elegantes y feroces, las ballenas asesinas son unos de los principales depredadores de los océanos, pero incluso ellas pueden estar expuestas a la contaminación ambiental. Ahora, en el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre las ballenas asesinas del Atlántico Norte, los investigadores de la ACS Environmental Science & Technology informan sobre los niveles de contaminantes heredados y emergentes en la grasa de 162 orcas. La dieta de los animales, más que su ubicación, influyó en gran medida en los niveles de contaminantes y en los posibles riesgos para la salud. Esta información es muy útil para los esfuerzos de conservación.
Las ballenas asesinas, también conocidas como orcas, son el integrante más grande de la familia de los delfines y se encuentran en todo el mundo. El tráfico de embarcaciones marinas puede perturbar la caza y la comunicación de estos mamíferos marinos blancos y negros. Pero se enfrentan a otro tipo de amenaza humana en su entorno: los contaminantes orgánicos persistentes (COP) heredados y emergentes. Los COP incluyen hidrocarburos clorados y retardantes de llama, y pueden acumularse en las reservas de grasa de los animales a medida que los contaminantes ascienden por la cadena trófica mediante un proceso denominado biomagnificación.
En estudios anteriores, se ha demostrado que algunas poblaciones de orcas del Pacífico pueden llevar cargas de COP en la grasa, lo cual supone un riesgo potencial para la salud, como inmunidad reducida, desequilibrios hormonales y problemas reproductivos. Pero falta información sobre las orcas que viven en el Atlántico Norte. Por ello, Anaïs Remili, Melissa McKinney y sus colegas quisieron evaluar los contaminantes presentes en los animales desde el este de Canadá hasta Noruega.
Los investigadores recogieron biopsias de piel y grasa de más de cien orcas en libertad en el Atlántico Norte, desde Canadá, Groenlandia e Islandia hasta Noruega. Analizaron la mitad de cada muestra de tejido en busca de cinco clases de COP, incluidos los bifenilos policlorados (PCB, por sus siglas en inglés). La otra parte se utilizó para evaluar la dieta de los animales. En los datos destacaban varias características:
- Los especímenes de orcas del Atlántico Norte occidental contenían cargas de contaminantes sustancialmente más elevadas que los de las orcas del extremo oriental, un patrón que contrasta con los niveles de COP notificados anteriormente en otros organismos marinos del Ártico.
- Este patrón podría atribuirse a la dieta de los animales más que a su ubicación. En concreto, las orcas que se alimentan de peces tenían las concentraciones de COP más bajos, y los animales que comen mamíferos marinos, como focas u otras ballenas, los más altos.
- Los riesgos para la salud asociados a los PCB fueron más elevados para las orcas que se alimentan principalmente de mamíferos marinos, y los niveles de la mayoría de los animales superaban el umbral de mayor riesgo de fallo reproductivo de las hembras.
- Los niveles de un COP, conocido como α-HBCDD, fueron los más altos registrados hasta la fecha en cualquier mamífero marino, a pesar de que este retardante de llama bromado fue prohibido hace una década.
Los investigadores afirman que los resultados corroboran la necesidad de eliminar adecuadamente los residuos para evitar que los contaminantes entren en las cadenas tróficas de los océanos y lleguen a los principales depredadores. Explican que las conclusiones de su estudio destacan la necesidad de actuar para proteger a las orcas del Atlántico Norte y los ecosistemas.
Los autores agradecen la financiación del Programa de Cátedras de Investigación de Canadá, el Programa de Becas Discovery del Consejo de Investigación en Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá, una beca de la Fundación Canadiense para la Innovación, The Danish Cooperation for Environment in the Arctic Programme, la Beca Doctoral del Fondo de Investigación de Québec Naturaleza y Tecnologías, el Quebec Strategic Cluster “EcotoQ”, el Quebec Center for Biodiversity Science, el Office Français de la Biodiversité, una beca postdoctoral START del Icelandic Research Fund, una subvención para proyectos del Icelandic Research Fund, el Fondo de Aplicación de la Ley de Especies en Peligro de Nunavut del Ministerio de Pesca y Océanos de Canadá, el Plan General de Seguimiento de Nunavut y el Consejo de Gestión de Vida Silvestre de Nunavut.
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Journal
Environmental Science & Technology
Article Title
Varying Diet Composition Causes Striking Differences in Legacy and Emerging Contaminant Concentrations in Killer Whales across the North Atlantic
Article Publication Date
11-Oct-2023