En las aves cantoras, el aprendizaje vocal complejo predice las habilidades para resolver problemas y el tamaño del cerebro

La complejidad del aprendizaje vocal, es decir, la capacidad de imitar sonidos, está asociada con una mejor habilidad para resolver problemas y cerebros más grandes en especies de aves cantoras, según un nuevo estudio. Hasta ahora, no se sabía si la complejidad del aprendizaje vocal estaba relacionada con tales fenotipos cognitivos. El enfoque utilizado en el estudio, para estudiar una línea de parentesco de aves, sirve como modelo para probar patrones similares en otras especies con habilidades de aprendizaje vocal. El aprendizaje vocal complejo, la capacidad de imitar sonidos escuchados, es un componente crucial del lenguaje humano hablado y se ha supuesto que está asociado con capacidades cognitivas más avanzadas. Fuera de los humanos, se ha observado en un pequeño número de taxones, incluyendo las aves cantoras. Sin embargo, aunque se cree que los taxones de aprendizaje vocal que muestran los comportamientos de aprendizaje vocal más complejos a menudo también exhiben capacidades cognitivas más inteligentes, la asociación, si la hay, no se ha probado cuantitativamente en diferentes especies. Para probar si existe una relación entre la complejidad del aprendizaje vocal y otros rasgos cognitivos o fisiológicos, Jean-Nicolas Audet y sus colegas llevaron a cabo una serie de experimentos conductuales en 214 aves individuales de 23 especies de aves, incluyendo dos especies domesticadas, 19 especies de aves cantoras capturadas en la naturaleza y dos especies no vocales. Audet et al. combinaron datos publicados sobre los comportamientos vocales de las especies y evaluaron cuatro medidas de la capacidad cognitiva de cada ave, específicamente la resolución de problemas, el aprendizaje asociativo y de inversión, y el autocontrol. Descubrieron que las especies con la aptitud de aprendizaje vocal más compleja mostraban mejores habilidades para resolver problemas y tenían cerebros relativamente más grandes. Además, los autores encontraron que la sólida relación entre las habilidades de aprendizaje vocal, la resolución de problemas y el tamaño del cerebro persistía, incluso cuando se consideraba la variación individual, la filogenia y otras variables potencialmente confusas no cognitivas.